El primer mensaje a la Nación de Lenín Moreno como presidente se caracterizó por un tono coloquial alejado de la retórica clásica y del discurso de confrontación.
Sin desconocer logros del gobierno saliente, el nuevo Mandatario marcó grandes pautas de cómo concibe su gestión para los próximos cuatro años.
El énfasis en lo social, la atención en cada fase de la vida, la palabra amable y sensible fueron tónica del primer mensaje formal del Presidente al país.
Un acento especial puso el Mandatario en mantener la dolarización y descartan cualquier moneda paralela. Eso le da a la sociedad una enorme tranquilidad. Desarrollo con producción y un papel importante de la empresa y la exportación fueron apuntes claros.
Moreno fue categórico al expresar que luchará contra la corrupción, y es una promesa indispensable. No dejó de mencionar el caso Odebrecht.
Uno de los aspectos que caracterizó al discurso de toma de posesión de Lenín Moreno fue el de la mano extendida y el diálogo. Tal y como formuló en su campaña, ese talante ocupó un espacio estelar en el contenido de su alocución, no exenta de toques de humor.
El Presidente considera que la libertad de expresión es importante para el diálogo. Los cambios que se espera en esa materia dependerán de los ejemplos que se dé desde el poder, frente a una década de ataques sistemáticos. El respeto irrestricto a esa libertad humana será básico en la atmósfera de diálogo que se quiere construir.