¿Freno al comercio?
El anuncio del Presidente de la República de aplicar una salvaguardia cambiaria a Colombia y Perú, pondrá nuevamente tensión a las relaciones con los mayores socios de la Comunidad Andina, cuyo comercio pudiera deteriorarse más.
La medida se anuncia en medio de una caída del precio del petróleo en el mercado internacional y un fortalecimiento del dólar a escala mundial, lo cual genera complicaciones en las cuentas fiscales y en la balanza de pagos del país.
El Gobierno cree que la devaluación de las monedas en los países vecinos resta competitividad a los productos nacionales, y que esa situación puede corregirse con una salvaguardia cambiaria.
De implementarse la medida, el efecto puede ser similar al generado por las restricciones a las importaciones, aplicado por el Gobierno desde finales del 2013.
Desde esa fecha, los exportadores peruanos y colombianos han manifestado -unos más abiertamente que otros- los efectos negativos que generan esas medidas en el comercio bilateral.
El caso peruano es el más notorio, pues el efecto de la medida se tradujo en una reducción de las ventas hacia Ecuador. Según el Banco Central, la caída fue del 14% entre enero y octubre de este año comparado con igual período del 2013.
Como las decisiones en materia comercial suelen tener consecuencias de doble vía, en el mismo período las ventas ecuatorianas a Perú también se redujeron en 16%. Por intentar bajar las importaciones se puede correr el riesgo de afectar las exportaciones locales.