El presidente de la República, Rafael Correa, vetó parcialmente el proyecto de Código Monetario y Financiero. Se trata de 56 artículos de un cuerpo de 516, es decir, algo más del 10 %.
Aunque es pronto para pronunciamientos categóricos y habrá que esperar las voces de los expertos, se puede decir, en primera instancia, que se habría acogido varias sugerencias que estos días se formularon desde distintos sectores, especialmente emitidas de forma directa al Presidente por representantes de los bancos privados más grandes e influyentes del país.
En el tema del Fondo de Liquidez, el Presidente aclara que esos recursos no se deben invertir en bonos estatales. Los delegados bancarios opinaron que esa posibilidad reduciría la calidad de las inversiones.
Otro tema es el de las atribuciones y alcances de la Junta de Regulación. Se hacen algunas precisiones que resultan necesarias en cuanto a la orientación de crédito.
Un punto que igualmente tuvo modificaciones del Ejecutivo es la naturaleza de la actividad bancaria, que en el texto original se catalogaba como una potestad estatal. Con el veto presidencial, se mencionará que esa actividad está sujeta a regulación. El presidente del Banco Central, Diego Martínez, aclaró al respecto que la intención del Gobierno no es quitar los bancos ni nacionalizar la banca privada.
Las autoridades del ramo comentaron, igualmente, que los vetos al proyecto son mayormente de forma.
Llama la atención que el Ejecutivo, que controla los votos de Alianza País en la Asamblea y que son mayoría, no haya advertido estos temas en el trámite legislativo. En cualquier caso, bien vale una rectificación a tiempo.
El Poder Legislativo tiene 30 días para pronunciarse antes de la expedición de la norma en el Registro Oficial.