La compleja consolidación del proceso de paz en Colombia ha recibido una letal noticia. Una facción disidente, encabezada por uno de los dirigentes de las FARC que negociaron la paz en La Habana y por un legislador beneficiado con una curul y luego detenido por narcotráfico, pone en vilo a nuestro país vecino y podría traer coletazos en el nuestro.
Alias ‘Iván Márquez’ y ‘Santrich’ fueron negociadores de un acuerdo tan intrincado como polémico, pero que llevó al grupo narcoguerrillero a dejar las armas. El líder parlamentario del grupo conocido como ‘Timochenko’ deploró la decisión de la facción disidente.
Alias ‘Jesús Santrich’ obtuvo una curul parlamentaria como parte de la graciosa concesión que hizo el país para conseguir la paz. ‘Santrich’ fue luego detenido por narcotráfico, delitos supuestamente cometidos luego de la firma de la paz. Obtuvo libertad por unas horas y luego desapareció. Tres jueces de la Justicia Especial para la Paz bloquearon su extradición a Estados Unidos donde era reclamado para ser sometido a la justicia y ahora se va a la disidencia.
El gobierno del presidente Iván Duque reaccionó y aplica un plan para defender la paz y la estabilidad.
De momento ya se han producido varias bajas en grupos insurgentes. Cabe recordar que antes de la firma de la paz había alzados en armas que se negaban a dejar la ilegalidad y los negocios sucios relacionados.
Ahora los guerrilleros que vuelven a la lucha clandestina amenazan a empresarios y a la sociedad civil, algo inaceptable.
El proceso de paz fue cuestionado por muchos justamente por la impunidad ante delitos graves contra la vida de miles de personas en una guerra de más de medio siglo de duración y que dejó 250 000 muertos.
Luego de la firma de la paz siguieron actos violentos y asesinatos de dirigentes sociales y campesinos sin freno.El retorno a la fase violenta de los disidentes alerta al Ecuador y sus fuerzas de seguridad en una frontera vulnerable donde la penetración de grupos irregulares ya ha traído graves problemas. Debemos estar atentos.