Mañana, 14 de febrero, se iniciará un largo feriado. Según los datos estadísticos que reflejan los hábitos de la gente, es el tiempo de mayor movilización en nuestro país.
Muchas personas se desplazan a otras regiones. Las playas se repletan de turistas y las ciudades con actividad propia y particular como Ambato y Guaranda, en la Sierra central, acogen a miles de personas llegadas de todo el país y el exterior.
La ocupación de hoteles sube, los restaurantes suelen verse copados y la actividad que gira alrededor del turismo y el comercio adquiere una dinámica propia, que es sana y mueve la economía.
Aparejada a estos beneficios, la exigencia de los turistas es por la calidad de la alimentación y el hospedaje, que debe incrementarse en función del respeto que merecen los turistas nacionales y, por cierto, para enfrentar las expectativas creadas por la costosa publicidad que se pauta en el exterior con imágenes de nuestras ofertas para el mundo.
Un punto flaco suele ser el tráfico y la seguridad en las carreteras. Las evidentes mejoras en las vías estimulan paseos familiares y muchos conductores no observan las normas de seguridad y los límites de velocidad.
Las revisiones mecánicas son indispensables y el sano consejo del manejo a la defensiva no está demás para garantizar un buen descanso y un feliz retorno a casa sin problemas.
Es importante preservar los bienes y la propiedad privada extremando las medidas de seguridad en una época en que los amigos de lo ajeno suelen aprovechar. Hay que tomar precauciones.