DIÁLOGO, UN PRIMER PASO
El país y la Unión Europea abrieron su primera ronda de diálogo, un contacto interrumpido hace cuatro años y ocho meses y que podría suponer, si las conversaciones llegan a buen puerto, abrir un mercado enorme para nuestros productos.
Esas rondas están precedidas de una atmósfera poco propicia, en atención a que las restricciones a las importaciones obligadas por las circunstancias de la desequilibrada balanza comercial ecuatoriana han llegado para muchos productos, algunos de ellos procedentes de Europa. España ya puso una queja al respecto.
Sería un contrasentido que, por una parte, se busquen acuerdos comerciales y se logre abrir trabas en el Viejo Continente para nuestras mercaderías y, por otra, se coloquen obstáculos al ingreso de los artículos europeos al país.
Para estas negociaciones, los factores de compras públicas, los sectores estratégicos, los accesos de los productos y los indicadores geográficos son cruciales. En la primera cita en Bruselas, las prioridades fueron la propiedad intelectual, los indicadores geográficos y los accesos a los mercados agrícolas e industriales.
El Gobierno hace énfasis en la soberanía y ciertas líneas rojas que no se deben traspasar. No se quiere un tratado comercial. El acuerdo para desarrollo, formulado inicialmente, sería un acuerdo multipartes.
Abrir mercados para nuestros productos puede generar fuentes de empleo y riqueza, una prioridad.