El jueves, la Superintendencia de Comunicaciones archivó y desechó la demanda que interpuso Sandra Correa en contra de Diego Oquendo, Radio Visión, diario Hoy y Diario EL COMERCIO.
La exfuncionaria del gobierno de Bucaram desempolvó un tema que le molestaba y que databa de 1996, 18 años antes de la vigencia de la Ley de Comunicación. El organismo solamente conoció el contenido de una entrevista de Oquendo de agosto del 2013.
El argumento de fondo que esgrimió la Superintendencia se basa en que el caso tratado en el programa radial contenía opiniones de los panelistas y que de ninguna manera la Ley contempla la posibilidad de coartar esas opiniones. Es más, por la dinámica de los programas realizados en vivo en los medios audiovisuales, es difícil saber con antelación los criterios de los invitados.
Ese caso es uno más de los varios que ha tratado el ente recién creado. La exposición pública de otros casos como la sanción y multa a diario Extra y al caricaturista Bonil y a diario El Universo, son solo una muestra de las tensas situaciones creadas a partir de la vigencia de la ley referida.
El caso del presunto linchamiento es uno más de un panorama ya cargado de presiones y ataques verbales contra los medios.
Ojalá pronto las cosas vuelvan a su cauce, que las demandas y expedientes solamente sean cosa esporádica y que el juicio de la autoridad sea equilibrado. Es lo que conviene a una sociedad democrática donde la libertad de expresión es pilar fundamental.