La estación invernal descargó su fuerza sobre amplios sectores vulnerables del campo. Más 74 000 hectáreas fueron afectadas, casi 9 000 de modo total.
Si se compara con los datos oficiales de 2018, hay una sensible diferencia. El año pasado el total de hectáreas afectadas fue de algo más de
1 500, mientras que solo 233 hectáreas experimentaron pérdida total.
Según las cifras que presenta el Servicio de Gestión de Riesgos y Emergencias, las provincias de Manabí, Los Ríos y Guayas fueron las más afectadas por la dura temporada lluviosa de este año. Además, hubo daños de distinta magnitud en Chimborazo, Loja y Pichincha.
Una sana combinación del esfuerzo personal y el subsidio oficial permitió salvar las frágiles economías de sectores de bajos ingresos en el sector rural. Muchos podrían haber visto sucumbir bajo las aguas, ya no solo sus bienes inmuebles y enseres personales, sino todo el dinero invertido en los cultivos.
La extensión asegurada en el país es de 109 390 hectáreas para el invierno 2018-2019. Hay que hacer un esfuerzo nacional para fomentar una cultura del aseguramiento. Si bien hay productores agropecuarios con músculo financiero suficiente para afrontar estos avatares, hay amplios sectores que no tienen cómo sostener una pérdida causada por el clima.
En el país hay 5 300 000 hectáreas cultivadas, según cifras oficiales del año 2018 (ecuadorencifras.gob.ec). Como vemos, todavía hay que hacer muchos más esfuerzos para que el seguro agropecuario crezca.
Esa condición debe estar acompañada de inspecciones técnicas de los terrenos cultivables y de evaluaciones precisas para determinar el costo del seguro. Este año se cubrió el expediente con bonos y con subsidios.
Sin embargo, será una tarea de todos avanzar en el aseguramiento. Millones de personas dependemos de los alimentos, miles y miles de familias están vinculadas al campo y las tragedias que causan las inundaciones suelen ser de proporciones.
Dentro de una cultura de previsión, los seguros son clave. Pueden ser la diferencia entre bienestar y miseria.