La corrupción es uno de los más hondos problemas de la sociedad. El descrédito de la clase política y el desobligo de los votantes también atañen a los escándalos con dineros públicos.
En países con índices extremos de pobreza, falta de trabajo y violencia, el debate de la corrupción no alcanza los primeros lugares en las encuestas. Eso no quiere decir que a las mayorías no les importe lo que sucede con las arcas fiscales, ya que se trata del dinero que debiera ser destinado a resolver necesidades básicas.
Parece una gran ironía aquella anécdota de un político que basó su lema de campaña en la frase ‘Roba pero hace’ y ganó la elección. Algo de eso acaso ocurre con algunos resultados electorales recientes. Cristina Fernández fue electa vicepresidenta pese a que tiene abiertas decenas de causas por actos de corrupción.
Quito fue, la semana que pasó, sede de la Conferencia Regional convocada por la CAF. El combate a la corrupción fue tema central. El reporte titulado ‘Integridad en las políticas públicas. Claves para prevenir la corrupción’ da una verdadera dimensión de la importancia del problema.
La corrupción es algo difícil de mensurar. La CAF advierte que en la región el problema es más profundo que en países con mayor desarrollo.
En 2010, el 23% de las personas encuestadas por el organismo en ciudades da cuenta de que algún funcionario le pidió coimas para agilitar un trámite. En Chile, Costa Rica y Uruguay la percepción es menor.
Las recomendaciones apuntan a formar a la sociedad, escribir y cumplir reglamentos y protocolos. Ir a una digitalización de procesos y agilitar los trámites. La tramitología engorrosa es un problema, siempre se ha dicho y poco se corrige.
Los empleados con contrato ocasional deben ser menos. Ecuador atraviesa una crisis institucional y el intento de destruirlo todo para facilitar la impunidad debe ser contrarrestado, hay que hacer lo correcto, obrar con ética aun cuando sea por estética. Menos corrupción significa más recursos para las obras que los más pobres requieren. Es cuestión de conciencia y patriotismo.