Atono con lo que hacen muchas ciudades, especialmente aquellas que fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad, la capital de los ecuatorianos comenzó a experimentar un cierre al tránsito de automotores para que en sus calles solamente circulen peatones.
Las autoridades municipales comenzaron, entre el 23 y el 25 de septiembre, la denominada Semana de la Movilidad Urbana o peatonalización en el Centro, habitualmente saturado de vehículos, especialmente de transporte público. Un total de 19 manzanas del Centro Histórico fueron declaradas de acceso exclusivo para los peatones. En medio de esa iniciativa, más de 180 actos culturales se desarrollaron en las calles, plazas y museos del centro.
Los propósitos son loables: fortalecer la movilidad humana, disminuir la contaminación y promover la participación de la gente en un entorno que incluiría la presencia permanente de artistas.
Según las autoridades, el objetivo es trabajar en la inclusión social e intercultural para que el arte de calidad llegue a todos. El Municipio propuso que para el 2012 la peatonalización se cumpla todos los fines de semana. Fundación Natura confirmó que el Centro tiene altos niveles de afectación por el humo, especialmente por los centenares de buses que circulan por las estrechas calles coloniales.
Pero los problemas y las quejas también estuvieron presentes durante esta fase experimental. Se notó una escasa presencia policial para dar garantías de seguridad a los transeúntes, turistas nacionales y extranjeros. Pareciera que los comerciantes informales ganan cada vez más espacios y las personas solo tienen el trolebús como posibilidad de acercamiento hasta el corazón del Centro. Si no hay soluciones globales, la importante iniciativa se perderá.