A más de cuarenta días del último contacto con Katty Velasco y Óscar Villacís, sus familiares siguen esperando noticias.
Los jóvenes se comunicaron por última vez el 12 de abril. El 17 llegó un video como prueba de vida. El único.
La pareja salió de Santo Domingo de los Tsáchilas con rumbo a la frontera norte. Las versiones sobre el objeto del viaje son confusas. Los datos oficiales hablan de que habrían sido secuestrados en el poblado colombiano de Puerto Rico por un grupo que apoya a los carteles del narcotráfico en la zona.
La familia vive en medio de la angustia, y más allá del fuerte testimonio humano contado en un reportaje dominical de este Diario, titulado ‘La angustia invade a las familias de los plagiados’, su objetivo primordial hoy es contar con recursos económicos para moverse en busca de datos certeros sobre el paradero de sus seres queridos.
Los familiares del equipo de EL COMERCIO, cuyos miembros fueron plagiados en Mataje y más tarde asesinados, pidieron explicaciones a las autoridades nacionales y colombianas y fueron escuchados en Estados Unidos.
Los familiares de Velasco y Villacís han tenido pocas respuestas; uno de ellos fue a Ipiales en busca de información. Quieren ir a Bogotá para reunirse con el presidente Juan Manuel Santos.
Ellos buscan respaldo solidario para juntar recursos que les permitan desplazarse y lograr que las autoridades de Ecuador y Colombia les presten oídos. Es lo mínimo que merecen.