Evo Morales salió del poder forzado por varios días de protesta popular, cuando policías y militares le quitaron el apoyo. Ya todo fue insostenible.
Los gobiernos afines a la tendencia que representa Evo Morales hablan de un golpe de estado. Pero estos políticos progresistas y algunos extremistas ocultan deliberadamente que Morales llevó a Bolivia a las elecciones torciendo la voluntad popular.
Ocurre que la Constitución Plurinacional que su fuerza, el MAS (Movimiento al Socialismo) apoyó y logró aprobar, limitaba la reelección por más de una vez. Entonces -como aquí- los primeros años no fueron contabilizados y al cumplir dos períodos completos quiso reelegirse.
Morales convocó a un plebiscito pero el pueblo le dijo No a la reelección. No le importó. Buscó y encontró una interpretación evidentemente forzada sobre su derecho humano a participar en las elecciones.
Se inscribió y cuando iba ganando apretadamente, se suspendieron los recuentos por 20 horas. Después reapareció con la ventaja suficiente para ganar. Se desató la protesta de los opositores que se sintieron burlados por la autoridad electoral controlada por Morales. Con una situación que no daba más y luego de la insistencia de organismos internacionales de repetir la elección, el ahora expresidente asumió ese compromiso pero todo parecía llegar demasiado tarde. Entonces la Policía y las Fuerzas Armadas le quitaron todo el apoyo.
Morales renunció, lo mismo que su vicepresidente y sus coidearios -presidenta y presidente- de las cámaras del Senado y de Diputados.
Pero como el cargo es institucional ayer debía asumir Jeanine Áñez, segunda vicepresidenta del Senado. Ella tuvo que salir del centro de La Paz con protección ante la amenaza de hordas que bajaban desde El Alto, todos manifestantes con lanzas y palos, partidarios de Evo Morales que arengaban a una guerra civil.
La incertidumbre reina. Si Áñez se posesiona puede allanarse el camino, por la vía legal, a la convocatoria a elecciones. Por lo visto, la ambición desmedida de Morales, asilado por México, deja tierra arrasada.