Con el magnate Donald Trump convertido en un fenómeno electoral y en el centro de la controversia por sus posturas racistas, Estados Unidos iniciará oficialmente este lunes 1 de febrero la carrera para elegir al sucesor de Barack Obama.
El reemplazo del Primer presidente afroamericano de EE.UU. se elegirá el próximo 8 de noviembre.
La señal de partida se dará en el pequeño estado de Iowa. Allí empezará mañana un proceso de ‘primarias’ y ‘caucus’ (asambleas electivas) que, en junio próximo, seleccionará finalmente a los aspirantes a la Presidencia por los partidos Republicano y Demócrata. No obstante, no se puede descartar alguna candidatura independiente.
En la línea de partida de una competencia compleja por la Casa Blanca no deja de causar sorpresa la ventaja con la que arriba el precandidato republicano Donald Trump. Este ha lanzado consignas claramente discriminatorias, en particular en contra de los mexicanos y de los musulmanes, aunque afronta los recelos dentro de su propia tienda política. Por ahora, como principal oponente del multimillonario aparece el también conservador Ted Cruz, senador por el estado de Texas.
En las filas demócratas, el panorama se ve algo más favorable para Hillary Clinton, ex primera dama y exjefa de la diplomacia estadounidense. Bernie Sanders, senador por el estado de Vermont, parece ser su rival más duro.
Resta esperar que el discurso racista no tome más vuelo en Estados Unidos.