Liderados por la Fundación Esquel, más de 300 organizaciones de la sociedad civil conformaron la Comisión Convocante que invitó al gobierno del presidente Guillermo Lasso y al movimiento indígena. El diálogo es algo absolutamente necesario en este momento del país, para dar por terminado el paro nacional, que ayer cumplió los 10 días y que perjudica notablemente a la mayoría de los ecuatorianos que quiere superar la crisis económica y social.
El Presidente de la República dio a conocer, el martes, la misiva en la que acepta participar del diálogo. Por la noche, en cambio, el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, Leonidas Iza, condicionó su participación, en una rueda de prensa que dio en la Universidad Central.
La Conaie pide que se levante el estado de excepción, que se desmilitaricen la Casa de la Cultura y el parque El Arbolito para llevar adelante las asambleas. Incluso solicitó a la Iglesia Católica que abra las puertas de sus templos para que den acogida a los movilizados. A la vez, pidió a las bases serenidad en estos días.
Exigencias de esta naturaleza implican también concesiones ante las demandas de los otros, que provienen de una buena parte de la ciudadanía: el fin de las movilizaciones. Se trata de salvaguardar la vida de ecuatorianos: ya hay dos fallecidos por las protestas en sí y dos que murieron porque los movilizados no dejaron pasar a las ambulancias en que iban. Y también está en juego la economía de los hogares de la mayoría de ecuatorianos.
La propuesta de la Comisión Convocante es seria y de largo aliento. Si bien busca la inmediata pacificación en las calles, también sostiene que se trata de un diálogo de largo aliento, pues se trata de tocar cuestiones estructurales. Además, presenta una hoja de ruta para que las partes puedan llegar a la mesa y sostiene una palabra clave: confianza.
El significado de esta palabra -confianza- es la más preciada en este momento. Deponer posiciones, conocer lo que el otro puede y no puede dar y recibir. Es urgente el diálogo. Se lo pide un país. EL COMERCIO apoya el diálogo y pide la paz nacional.