El tipo de influenza AH1N1 causa preocupación. Nueve personas murieron desde noviembre de 2017, según el dato oficial.
Las autoridades del Ministerio de Salud no consideran al brote como una epidemia pero sí llaman la atención para tomar todas las precauciones.
Desde el 19 de noviembre de 2017 hasta el 13 de enero el registro suma 285 casos de AH1N1. El número de fallecidos es un precio demasiado alto de dolor y drama para las familias, si se toma en cuenta que un tratamiento a tiempo puede curar la influenza.
La clave está en buscar ayuda profesional, aislar a los pacientes y evitar a toda costa la automedicación que suele ocultar los síntomas y acelerar el proceso hasta que su evolución se torna irreversible. Entonces, ya es demasiado tarde. La muerte ronda.
Para los grupos de riesgo el cuidado debe ser extremo. No se debe olvidar que los nosocomios -hospitales, clínicas, consultorios- son lugares donde el contagio es posible. También en los centros de empleo donde haya uno o varios empleados con gripe, la influenza puede prosperar. Lo mismo en escuelas, colegios y universidades.
El clima no ayuda y la gripe común se propaga. Además hay varios tipos de influenza delicados, pero el AH1N1 puede ser mortal. Los pacientes con diabetes, obesidad y enfermedades renales son más propensos a sus efectos. La gripe aviar convertida en pandemia y el primer brote mundial de AH1N1 dejaron lecciones que no cabe olvidar.