@VicenteAlbornoz
En los últimos ocho años, la forma de manejar la economía ha producido más inflación en el Ecuador que en Colombia. Eso significa que en el Ecuador los precios (en dólares) han subido más que los precios en Colombia (en pesos). Y esa diferencia es el resultado de nuestra política económica, o sea, es el resultado de cosas que hicimos los ecuatorianos (o, al menos, el Gobierno).
Entre junio 2007 y junio 2015, el nivel de precios en el Ecuador subió en 45%. En otras palabras, lo que en junio 2005 se compraba en USD 100, en promedio, para junio de este año costaba 145. Por su parte, en Colombia, en exactamente el mismo período, el nivel general de precios al consumidor subió en 33%. Lo que en junio 2007 les costaba 100 pesos a los colombianos, hoy les cuesta 133.
Y tampoco es el dólar el inflacionario, porque en los mismísimos ocho años, el aumento de los precios en los Estados Unidos fue de solo 14%. Es decir, acá, en promedio, pasamos de 100 a 145, mientras que los gringos pasaron de 100 a 114. Todo esto, a pesar de nuestros precios subsidiados de los combustibles.
¿Cómo logramos encarecernos tanto? Pues por una larga lista de decisiones de política económica que han hecho que sea caro producir en el Ecuador y que también se encarezcan los productos traídos de afuera.
La causa principal del aumento de precios en el Ecuador ha sido el disparo del gasto público. En la primera mitad del año 2007 (justo antes de empezar a ver las diferencias de inflación), el sector público gastó 4 950 millones, mientras que en la primera mitad de 2015 gastó 18 830 millones. O sea, casi se cuadruplicó.
Un ingreso tan enorme de recursos adicionales a la economía hizo que la demanda (de todo) se disparara y cuando hay un rápido aumento de la demanda, los precios suben. Y si el crecimiento de la demanda es una cosa sostenida, el aumento de precios (la inflación) se mantiene sostenidamente en niveles mayores.
Pero el disparo del gasto público no es lo único que produjo inflación. Las últimas salvaguardias y, en general, los altos aranceles y las trabas a las importaciones pusieron su parte.
Los aumentos salariales también volvieron más caro producir en el país. Por ejemplo, en todos los años desde el 2008 en adelante, los salarios han crecido bastante más que la inflación, produciendo un efecto equivalente a echar leña al fuego. Aquí siempre se podría argumentar que subir salarios es una buena cosa, pero en economía todo tiene un costo, incluso las cosas buenas. Y subir salarios por encima del crecimiento de la productividad siempre tendrá el efecto inflacionario. Al igual que disparar el gasto más allá de lo que la economía aguanta.
En fin, solitos nos encarecimos y ahora los que idearon las políticas que nos encarecieron no quieren que compremos en Ipiales. Y hasta le echan la culpa a la devaluación del peso.