Los precios del petróleo están por los suelos. El West Texas Intermediate (WTI), de referencia para el crudo ecuatoriano, ha tenido la mayor caída de su historia. Tras la agudización de la crisis económica global provocada por la pandemia del coronavirus, el pasado lunes se cotizó a – USD 37,63 por barril. Una caída del 305%.
¿Cómo se explica esta estrepitosa bajada? Frente a las medidas que han tomado los países para detener la expansión del covid-19, el confinamiento de millones de personas y el cierre temporal de la actividad económica llevó a que el consumo de petróleo y sus derivados disminuyan significativamente.
Semanas atrás, la atención se centró en la disputa entre Rusia y Arabia Saudita por la reducción de la producción de crudo. Se pensó que un acuerdo entre los principales productores de petróleo iba a detener la caída en los precios. Los países que forman parte de la OPEP acordaron un recorte del 10% de la producción. Sin embargo, esto no fue suficiente. El consumo de petróleo a nivel mundial ha bajado en un 30%.
El desplome del WTI, a diferencia del Brent del Mar del Norte, el cual cayó en un 8% y se cotizó a USD 25,8 por barril, se debió a que no hubo compradores para los contratos de venta de crudo (futuros) de mayo. Estos vencían ayer. Incidió en ello la saturación de la capacidad de almacenamiento de crudo en Estados Unidos.
Esto no implica necesariamente que ahora el precio del petróleo va a costar menos de un dólar. Los futuros de junio del WTI cayeron más del 12% y el valor del barril para junio se situó en USD 22,05 por barril.
En el caso del Ecuador, el cual pese a las fluctuaciones ha vendido de enero a abril a USD 36,11, sus precios para el segundo trimestre se ubicarán muy por debajo de los USD 18 por barril. De ahí la necesidad de buscar otra opción al WTI para la fijación de precios. De los crudos marcadores el WTS puede ser una opción.
Es cierto que la pandemia del coronavirus llevará a una gran crisis global y esto se verá reflejado en los precios del petróleo. Sin embargo, la economía de los países no puede seguir cerrada. Va a tenderse a levantar las medidas de confinamiento progresivamente y eso va a mejorar la demanda de crudo. Pero eso no va a significar regresar a los precios antes de la pandemia.
La situación del Ecuador es particularmente difícil. Si los precios hasta junio se ubican en USD 18 por barril y mejoran en el tercero y cuarto trimestre a USD 25 por barril como producto de la reapertura de las economías en un escenario de recesión e incluso depresión, el país dejará de recibir en lo que va del 2020 cerca más de USD 2500 millones por exportaciones de petróleo.
Se dificulta con ello aún más las posibilidades de que el Estado pueda cubrir con sus obligaciones. En estas circunstancias, es imprescindible bajar drásticamente los egresos y emprender acciones para mejorar los ingresos y reactivar la economía.