“La falta de conciencia sobre nuestra debilidad conduce a la ostentación de posturas irracionales… un círculo vicioso”.
Nos referimos a la “sensación” del ser humano asociada, según el filósofo francés J. L. Chretien, a su nacimiento y muerte, que le permite “experimentar y contemplar su fragilidad, de la cual nadie puede sustraerse”.
Es una conmoción que obliga a discernir sobre su vulnerabilidad.
Se identifica la fragilidad y vulnerabilidad en dos espectros: antropológico y social. La debilidad humana en ascendente antropológico la transmite F. de Quevedo así: “Bien sé que soy aliento fugitivo/ya sé, ya temo, ya también espero/que he de ser polvo, como tú, si muero/y que soy vidrio, como tú, si vivo”. No es solo fragilidad física, sino una de orden psíquico que impone limitaciones temporales ante lo transitorio de la vida.
En lo social, juega un rol el asumir la realidad de que nuestro “individualismo” es parcial, pues la fortaleza del ser humano va atada a los deberes para con sus semejantes. El hombre no es fuerte per-se mas como integrante del conglomerado de que forma parte. La persona será más endeble mientras mayor sea la desunión ética con sus congéneres. La indolencia frente al dolor social es manifestación inmoral de vigor.
La magnanimidad del ser humano se mide en función de la asunción que hace de su propia debilidad, de su fragilidad. B. Pascal nos llama a reflexión: “La grandeza del hombre es grande porque se sabe miserable; un árbol no se sabe miserable (…) es, por lo tanto, miserable puesto que lo es; pero es muy grande, puesto que lo sabe”.
El razonamiento va por dos vías. La afirmación de su propia vulnerabilidad, y de la lasitud de los otros seres.
La falta de conciencia sobre nuestra debilidad conduce a la ostentación de posturas irracionales… un círculo vicioso. Mientras más frágil es el individuo más valiente pretende mostrarse, lo cual ahonda su propia vulnerabilidad.
Conviértese en un ser que se autodestruye; en un ente que “al no conquistar y mantener esa memoria de la fragilidad” (Séneca), será incapaz de enfrentar la vida de manera digna.