Iván Carvajal, presentó su nuevo libro: “Universidad, Sentido y Crítica”, publicado por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador PUCE. El libro es oportuno frente a un proceso electoral que arranca incierto, difuso y escuálido de ideas.
La publicación de Carvajal, realiza una crítica fundamentada a la reforma universitaria de la Revolución Ciudadana RC. Tal reflexión, elaborada por uno de los intelectuales más destacados de nuestro país, alentará un debate informado y probables cambios en el destino de la universidad ecuatoriana desde el 2017.
Carvajal analiza los entramados y sentidos de las reformas universitarias, su relación con el Estado y el desarrollo. Descubre que “la reforma de la educación superior emprendida por la “revolución ciudadana” es la continuidad de los propósitos de modernización universitaria que provienen de mediados del siglo XX”. Modernización que fue una amalgama del desarrollismo cepalino, del programa anticomunista Alianza para el Progreso (montado por los EEUU para frenar la lucha social de los años 60), y de las propuestas de izquierda, populistas y de liberación nacional, de esos años.
Entonces, si aquel desarrollismo fue implementado en el marco del Estado Nacional, hoy no puede ser concebido sino en las dimensiones y relaciones de la globalización y de los intereses de las grandes corporaciones. La “joya de la corona” de la reforma educativa del RC, la ciudad del conocimiento Yachay, sería una versión aldeana del MIT o de Silicon Valley, de una universidad creada para producir y vender conocimiento para las grandes multinacionales desde la “república del cacao”.
El autor, se alinea con Arturo Villavicencio y otros pensadores de la educación nacional, que han denunciado al modelo educativo vigente, como reproductor de los conceptos del mercado y de la empresa, de quienes copia los procedimientos, símbolos y lenguaje (calidad, eficiencia, eficacia): evaluaciones estandarizadas, formularios, rankings, publicaciones indexadas. Modelo que pulveriza la relación de la universidad con las necesidades nacionales y locales, y liquida el desarrollo de pensamiento libre.
Carvajal, está en franca contradicción con el modelo vigente, al que además acusa de autoritario y tecnocrático. Clama por un modelo distinto, para lo cual dialoga y se nutre de Manuel Agustín Aguirre y de Hernán Malo, para recuperar la noción de una universidad autónoma, sede del pensamiento crítico, del dialogo de saberes, y del compromiso con la democracia, la sociedad y el planeta. Una universidad que desarrolle las humanidades, cree ciencia y tecnología en función del desarrollo social.
Libro crítico y rico en argumentos. Bien por el autor, y también por la PUCE, por su pluralidad y por animar un debate informado.