Los agregados monetarios sirven para explicar el comportamiento de las variables que inciden en el crecimiento del medio circulante y la liquidez ampliada. Uno de estos agregados es el que se denomina la base monetaria, que en un país con moneda propia está compuesta por la emisión monetaria y las reservas bancarias. En el caso del Ecuador que adoptó al dólar en sustitución del sucre como moneda nacional, la base monetaria está compuesta por las especies monetarias en circulación, las reservas bancarias, y el efectivo que tienen en caja las instituciones que conforman el sistema financiero. A este indicador se lo conoce como dinero de alta potencia ya que es el que determina la capacidad de los bancos de crear dinero secundario a través del crédito. El monto de dinero secundario que crea la banca está en función del multiplicador del crédito y del dinero. Este coeficiente se lo obtiene dividiendo el medio circulante llamado M1 para la base monetaria. En el caso del Ecuador este coeficiente ha estado alrededor de tres. Es decir, que por cada dólar de incremento de la base monetaria el medio circulante aumenta en tres dólares. Usted amigo lector se preguntará¿cómo puede la banca crear dinero si no tiene la maquinita para imprimirlo? La respuesta es a través de la concesión de créditos utilizando el exceso de reservas que mantienen en el banco central. El proceso es el siguiente: cuando el banco aprueba un crédito no le da al cliente el dinero en efectivo sino que le acredita los recursos en la cuenta corriente, por lo cual aumentan los depósitos monetarios que son parte del medio circulante incrementándolo en la misma cantidad. Luego el beneficiario gira cheques que pueden ser depositados por los beneficiarios en otros bancos provocando que las reservas de otras instituciones financieras aumenten ampliando su capacidad de conceder crédito iniciando un proceso de crecimiento del medio circulante cuyo tope viene dado por el multiplicador. Debido a la crisis internacional el crédito bancario en 2009 cayó en 2.9% lo que afectó el crecimiento del circulante que disminuyó en términos reales. Ante esta situación el Gobierno forzó a la banca a repatriar parte de los recursos que mantenían en el exterior, por lo cual en 2010 y 2011 el crédito creció en más del 20% en ambos años. En este período el crédito al consumo fue el que más creció y de una participación del 30.4% del total del crédito pasó al 36.7% al cierre de 2011. El Gobierno quiere que la banca privada y el Banco Central traigan del exterior parte de sus depósitos para dar crédito cuando no existe una situación similar a la de 2009. Esta iniciativa, de darse, incidirá en el crecimiento real de la liquidez presionando los precios y al saldo de la balanza comercial.