En noviembre pasado, el presidente Correa informó que esperaba alcanzar un acuerdo con la Unión Europea en el primer trimestre. Se pensaba entonces que con dos rondas de negociaciones, una en enero y otra en marzo, bastaba. Cuando Ecuador abandonó las negociaciones en 2009 ya se habían alcanzado acuerdos en muchos puntos, y dadas las negociaciones de Bruselas con Bogotá y Lima que culminaron a principios de 2010, las cartas de Europa ya estaban sobre la mesa.
A fines del presente mes viaja la delegación negociadora a Bruselas, pero ya no se aspira a cerrar las negociaciones este trimestre. En enero, al terminar la primera ronda, el ministro Rivadeneira informó que las negociaciones tomarían tres o cuatro rondas, y que el objetivo era cerrar el primer semestre.
¿Qué causó este atraso que impide cumplir con el cronograma anunciado por el Presidente? Esencialmente, medidas tomadas por el Gobierno, otras que se anuncian, y cambios de última hora en la posición negociadora ecuatoriana que no esperaban los europeos.
En diciembre el Ecuador empezó a poner trabas a las importaciones, y los negociadores europeos recibieron reclamos de empresas de sus respectivos países. Los españoles, por ejemplo, de los exportadores de cerámicas. No pareció a los europeos consistente que cuando se negocia un acuerdo para bajar barreras comerciales, simultáneamente se las eleve.
Ecuador aprobó un Código Penal que despenaliza el irrespeto a la propiedad intelectual. Senescyt anuncia que se derogará la ley de propiedad intelectual por considerarla excesivamente protectora. Que se la reemplazará por una ley del conocimiento en el que habrá un acápite sobre la propiedad intelectual.
Una cosa es bregar en los foros internacionales para cambiar aspectos de los acuerdos internacionales sobre propiedad intelectual, algo en que está empeñado el Ecuador y en lo que cumple un papel importante, y otro es adoptar una ley con contraposición con esos acuerdos, y pretender que eso sea aceptado por el bloque de naciones con el que se negocia un acuerdo comercial.
Una cuarta parte de las exportaciones de la UE al Ecuador son medicinas, el costo de desarrollarlas es altísimo y la vigencia de la propiedad intelectual les permite a los laboratorios de investigación recuperarlo.
Hay que comenzar a contemplar que no se dé un acuerdo este año, por las nuevas condiciones que el Ecuador presenta. Con 2014 expiran las preferencias SGP plus, y el Gobierno ecuatoriano no ha propuesto certificados de abono tributario a los exportadores como compensación, a diferencia que con la Atpdea.
La UE es nuestro mayor mercado no petrolero. La pérdida de preferencias y su no sustitución con un acuerdo comercial golpeará a nuestras ventas, afectando empleo, crecimiento y la balanza comercial.