Al finalizar la secundaria no sabía qué carrera escoger. Lo único que sabía es que no quería ser policía ni militar. Algunos decían que es una buena profesión, en referencia al dinero corrupto. Muchas veces vi cómo sacaban plata a los choferes. Por otro lado, viví y veía cómo reprimían duramente a los estudiantes y al pueblo. No servían para otra cosa.
Ésta historia la he visto por más de 40 años y es la misma en 200 años. Y cada vez es peor. La embajada de EE.UU. denunció a los narcogenerales. En definitiva, la policía es una vergüenza del Ecuador.
En estos días de paro, circulan videos de su represión brutal y me pregunto cómo son capaces de todo ello. Recuerdo a un amigo militar, le pregunté qué haría si en el otro lado había un pariente y le daban la orden de matar. “Lo mataría”, lo dijo sin ningún empacho ni reflexión.
Irónicamente, el 70% de policías y militares son de extracción indígena utilizados por los racistas criollos ricos para acabar con el pueblo pobre.
Los hijitos de papá y mamá, los que nunca tuvieron que trabajar mientras estudiaban, los que heredaron para continuar sus proyectos, piden la paz, cuando ellos hacen la guerra económica todos los días. No hay paz, sin paz económica, social, cultural…
Quién ganará de este paro empujado por la Conaie? Revisando la historia, toda lucha popular ha sido capitalizada por los sectores empoderados. Es decir, hay disputas entre ellos y el grupo en oposición termina llevándose la torta.
Ahora, la disputa es entre la derecha antigua y la nueva derecha o correísmo. ¿La Conaie será consciente de ello? En el caso de que hubiera nuevas elecciones, el correísmo tendría opciones. El inefable de Correa, volvería a hablar de “nuestra policía” y haría lo mismo que hizo, y ahora lo hace Lasso: “que los muertos sean del otro bando”. Lados de la misma moneda.
La disputa sería: Correa, Yaku e Iza. La derecha preferiría el capitalismo de Correa. Prefiero la vía comunitaria de Yaku, que la marxista de Iza.