Primera constatación… La inseguridad sigue campante. El asesinato del fiscal del Guayas a plena luz y en el centro de la ciudad expresa la violencia como mecanismo de imponer decisiones. El fiscal Escobar investigaba asesinatos, terrorismo, narco.
Segunda constatación… La presencia de organizaciones narco es una realidad. Han contaminado políticos y aparato de justicia, dominan rutas de productos ilícitos, controlan territorios, levantan un contrapoder audaz y peligroso. El estado -no solo el gobierno- está rebasado. Los asesinatos, explosiones, sicariatos, emboscadas, masacres persisten y se riegan. Las bandas delictivas driblan los estados de excepción.
El estado se retuerce. Ensaya turbado medidas reactivas, puntuales y temporales. Exhibe estadísticas de éxito sin éxito. No cristaliza una estrategia integral y sostenida. Ahora busca atufado respaldo ciudadano para vigorizar sus medidas: 3 preguntas sobre seguridad en la consulta popular. Nuevos roles de las FA para auxiliar a la Policía, extradición para jefes narcos, autonomía de la Fiscalía. Tres desafíos perturbadores.
La encuesta Cedatos sobre percepciones de la consulta – que deben tomarse con pinzas – arrojan resultados auspiciosos. Por ahora, las 3 preguntas tienen eco y aceptación ciudadana. La primera sobre FA un 85%, la segunda sobre extradición un 71% y la tercera sobre Fiscalía un 81%. Más de 3 de cada 4 consultados. Aunque es prematuro cualquier juicio definitivo, se aprecia interés ciudadano por ser preguntado y responder. Una señal a considerar.
No hay que engañarse. Las preguntas no son perfectas. No siempre tocan aspectos estructurales, pero pueden marcar algún acuerdo y derrotero de país. Es preciso evitar la trampa de valorarlas como paquete cerrado de respaldo o ataque al gobierno. Una vez que califique la CC, hay que revisar cada pregunta, informarse, reflexionar y optar. Es necesario rescatar la libertad y sentido crítico de los ciudadanos. Cerrar el paso a las manipulaciones de cualquier color.