¡Somos necios! Pueblo sentimental y desmemoriado, sin líderes, quizá, caudillos, figuras vanidosas y egoístas. Avergüenza su debilidad y súper egos. Una década perdida, no formaron una plataforma política de unificación con vistas al futuro. Alelados, con el discurso y la propaganda engañosa, repetitiva y millonaria, hambreando al pueblo, necesitado, no sólo de carreteras. A zafarrancho, únete con el que puedas, sin importar si su pasado nos ha traído hasta dónde estamos. Únete a dedo, como los contratos que nos tienen ahogados. Lo que sea por un voto. ¿Qué? ¿No comprendieron lo sucedido en estos últimos años?
Divide y vencerás. hoy, una realidad, divide y ganarás la elección. Les conviene dividir, infiltrar, es su seguro, tienen mucho que perder. Los otros, lentos e inconscientes, juran, que usando la palabra unidad, unen. Piensan que si se toman de la mano y alzan los brazos al cielo, es un compromiso nacional. Como mala hierba, aparecen los candidatos, herbicida alguno logra desmayarlos. Fuertes, en sus egos, se creen salvadores. Pero de qué y cómo nos salvarán, ¿si no han comprendido el principio? Dividieron el voto en un arco iris de colores y, todos, con algo de verde en el corazón.
¿Qué? ¿No comprenden que dividen al país? ¿Quién exigirá rendición de cuentas si en todas sus mezclas hay verde flex? ¿Quién tendrá la honestidad para hacerlo, si ya se incrustaron los divisores? Esa es nuestra realidad, dura y vergonzosa. Aceptamos los camisetazos y las súper uniones. Normal. Memoria individual y nacional, frágil. Olvidamos que, hace más o menos tiempo, los flamantes miembros de las uniones eran acérrimos defensores del actual poder. ¡Sí! Los que dirigían, fungían de ministros, asambleístas, etcétera, están adentro y, supuestamente, se cambiaron de color. Otros, avanzan en la unidad, tan pulcros, confiados, desgastando a féminas valiosas. Los más novatos en la carrera, viven, pensando, que ganarán votos. Otros no causarán más rupturas, porque ya han roto todo lo posible. Los que piensan sumar, restarán votos, aunque no se hayan decidido. Hay uniones de izquierda y centros democráticos con infiltrados reconocidos. Tanto la unión como la fuerza ecuatoriana sólo han logrado debilitar el proceso. Mientras otros no irán ni para adelante ni para atrás. ¡No, no comprendieron nada! De unión queda la esperanza, pero no parece funcionar, todos quieren su nombre ensalzado bien en alto.
Creo en un solo frente amplio, sin amores incluidos. Que los votos lleguen a la urna con un solo no más de lo mismo y, que se lo merezca. Cansados de votar por el menos malo, no por la excelencia y el merecimiento. He respetado, admirado y más, a algunos de los actuales candidatos, hombres y mujeres, pero, mi país me duele. ¡No comprendieron nada!
El pueblo sentimental se olvidará que el candidato que llega de su vivencia internacional, ha vivido a costilla de ellos, sin que nada le cueste. La gran alianza, protegiendo su botín. ¡No! ¡No entendieron nada!