Increíblemente Cynthia Viteri emite unas declaraciones, en pleno caos nacional, que solo se pueden explicar desde un punto de vista político.
Si bien las medidas afectan a los ecuatorianos y sin duda la alternativa de eliminar el 20% de la grasa burocrática del país, creada por el resentido del ático, es una medida mas adecuada y se enmarca en resolver un problema que no debió existir, así mismo, el retiro del subsidio es otra similar y esta bien que se lo retire. En definitiva, se debieron haber tomado ambas medidas y recuperar 3.500 millones de dólares y arreglar dos problemas de una vez. Esa hubiese sido una actuación completa.
Es conocido el desmarque político que ha tenido el Partido Social Cristiano de muchos presidentes, los acompañan hasta que les sirve y luego les votan con fines políticos y electorales, esa ha sido la tradición. Pero incluso esto se debe hacer de manera oportuna y en escenarios políticamente normales. No estoy de acuerdo con este proceder, pero el comportamiento de su partido siempre ha sido ese. Hacerlo en un momento de caos social demuestra que la patria les importa un comino y más bien están haciendo camino para las elecciones del 2021, o quien sabe si para las anticipadas, asegurando silla en Carondelet, la tercera debe ser la vencida.
Usted ha tenido actuaciones loables, me alegré cuando ganó la Alcaldía, creo que esta preparada para liderar la ciudad, pero la embarrada consciente del jueves 3 de octubre demuestra que es un ser camaleónico y cuando menos se piensa vota la piedra o da el cuchillazo por la espalda. Inaceptable sus declaraciones, fuera de lugar como burgomaestre y como guayaquileña. Al tiempo en que se emitían sus palabras, los saqueos en la ciudad estaban al orden del día, hubiese sido mejor estar atendiendo estos temas.
Sus palabras se alinean a personajes con los de la dirigencia transportista, que lo único que han recibido siempre son ayudas del Estado para ser competitivos, usando la fuerza y deteniendo en país de tanto en cuanto, para una vez mas asegurar el estatus quo de su comodidad profesional.
Jóvenes tratando de llegar a sus clases, gente caminando o en baldes de camionetas para llegar a trabajar, todos ellos complicados por las medidas, pero conscientes que es la deuda que hay que pagar por haber votado y aguantado a la pandilla de ladrones de la Revolución Ciudadana. En su ciudad gente valiente saliendo a hacer país y usted desde la oficina del malecón prácticamente burlándose de sus conciudadanos. Nada sorprendente sus declaraciones, nos regresaron a las épocas pasadas y nos recordaron el accionar social cristiano.
Esperemos que el Ecuador se calme, que vuelva a la normalidad y que la contienda política se la haga con ética, en la arena correspondiente y en el momento adecuado. Y espero que se presenten y demuestren al país que esto solo fue un lapsus de su parte y que realmente han madurado en los fines patrióticos.