El pasado fin de semana Diario El Comercio y Televicentro organizaron el primer debate presidencial. Asistieron 14 de los 16 candidatos. La mitad lo hizo el sábado 9 de enero y el resto el domingo 10 de enero.
En términos generales cabe destacar la buena organización del evento y la predisposición de los dos medios de comunicación de contribuir de manera desinteresada a que la ciudadanía pueda conocer más de cada uno de los postulantes, quiénes son, las razones que les llevan a terciar en estos comicios y cuáles son sus principales propuestas. El debate se organizó en torno de cuatro grandes temas: economía, producción y generación de empleo; salud pública y pandemia; seguridad ciudadana; y, corrupción.
Es cierto que el tiempo fijado para que respondan pudo ser muy corto, pero fue la mejor alternativa tratándose del número de participantes. No hubo tiempo para debatir pero al menos se pudo conocer un poco más de cómo piensa cada uno y lo que consideran hacer. Redundaron en una serie de ofrecimientos como otorgar créditos con bajos intereses a los emprendedores, traer al Ecuador más inversión, poner al competir a la banca local, generar más empleo, mejorar y ampliar la red pública de salud, endurecer las penas para quienes infrinjan la ley y fortalecer a la policía nacional, reformar la Ley de Contratación Pública, entre otros. No obstante, no quedó claro cómo van a llevar a la práctica cada uno de estos planteamientos.
Pese a las limitaciones de tiempo, este evento permitió darnos cuenta del desconocimiento que tienen algunos candidatos no solo de la realidad del país sino de los medios que tiene un gobernante para trabajar en la solución de esos problemas. Me refiero al conocimiento de la Constitución y leyes subsidiarias, de los instrumentos de gestión, planificación, diseño de políticas públicas…
Este debate también nos permitió discriminar y saber por quién no deberíamos votar por sus posturas radicales, extremas e incluso sin mayor fundamento. Ya sabemos, hasta cierto punto, quienes están a favor de incorporar la pena de muerte y la cadena perpetua, quienes están a favor de los derechos humanos, de la naturaleza, de la minería, de dar más énfasis en la economía, en lo social, etc.
Sin embargo, nos faltó conocer la visión que tienen los candidatos sobre la democracia, sus instituciones, el papel de la participación ciudadana, el tratamiento que darían a la educación, la cultura, el deporte, los temas de productividad y competitividad, innovación y desarrollo, turismo, política exterior y proyección del Ecuador a nivel externo, entre muchos otros temas.
Si comparamos con el primer debate presidencial en los Estados Unidos, el cual estuvo plagado de interrupciones, insultos y falta de moderación, lo realizado este fin de semana por Diario El Comercio y Televicentro brilló por su organización, puntualidad, respeto, igualdad de condiciones y seriedad.