El trueque fue el mecanismo anterior al aparecimiento de las monedas. Las personas intercambiaban bienes y servicios de acuerdo a lo que consideraban como el valor correcto de cada transacción. El avance de las sociedades y de las relaciones entre personas dio paso a la presencia de las monedas como el instrumento que facilitaba comprar y adquirir bienes y servicios. Se facilitó el comercio y la economía empezó a crecer y evolucionar a lo largo de los siglos. La ciencia económica definió al dinero, por lo tanto, como un medio de transacción que posee algunas características como mantener el valor de los bienes y los servicios a lo largo del tiempo y el rol de asignar valor a todo lo que se puede comprar y vender. El dinero es un medio que ayuda al comercio entre personas, empresas y países.
La búsqueda de generar riqueza es una forma de progreso de las naciones, pues esto facilita crear oportunidades de trabajo y empleo. Las ventas de productos por parte de las empresas y las relaciones económicas internacionales se expresan en dinero, lo que significa que ésta herramienta es la consecuencia de las actividades productivas más no su finalidad. Si las corporaciones y las compañías pequeñas y grandes venden y crecen, el resultado se traduce en utilidades, las mismas que se expresan en dinero y pueden ser re invertidas o repartidas entre sus socios.
Estas simples explicaciones buscan ilustrar que el dinero es la consecuencia del trabajo y de las actividades productivas y debe ser entendido y aplicado de esa manera. Cuando el dinero se convierte por sí solo en un objetivo personal o de un grupo de personas, se corre el grave riesgo de que se produzca el conocido adagio de si “el fin justifica los medios”. El acaparamiento y la búsqueda de riqueza económica como una meta de vida y no como el resultado del trabajo y el esfuerzo hacen que el dinero se convierta en un objetivo a alcanzar sin importar las formas de hacerlo. Esta manera de concebir el dinero es lo que expresa la corrupción. No existen ni valores ni principios, no importa ni el prestigio ni la respetabilidad pública, solo importa conseguir dinero en la mayor cantidad posible, sin miramientos de las formas que se empleen, porque eso inclusive genera poder y a veces hasta “éxito”. Es socialmente repetitivo el comentario del éxito de las personas asociado a la tenencia de dinero en cantidades significativas, a veces sin importar la forma en que se atesoraron esos recursos.
Nunca habría creído posible que existan seres humanos que busquen enriquecerse a costa de la vida de otros. Esto es lo acontecido con los negocios inmorales e ilegales en los hospitales públicos en el país. Para esta calaña de humanos es más importante el dinero que la vida de la gente. El dinero puede ser el opio de los pueblos y la corrupción las formas como se expresan esos antivalores.