“En la buena dirección. Si, lo ocurrido en Washington la semana pasada es positivo para las relaciones con EE.UU. En ese lapso se realizaron tres eventos que son parte de un largo proceso de normalización de las relaciones bilaterales que se inició a fines de 2017.
El primero fue la III reunión del Consejo de Comercio e Inversiones (TIC por sus siglas en inglés), las dos primeras se habían realizado ya en el año 2018 y 2019, entre autoridades gubernamentales de Ecuador y EE.UU. encargadas de los temas relacionados con los ámbitos del Consejo. Su propósito, despejar los obstáculos para una futura negociación de un acuerdo de comercio. Según se conoce, los avances fueron importantes, aunque hablar de un tratado de libre comercio, es bastante prematuro. Bien por el trabajo del ministro Ontaneda, cuyo empeño hay que resaltar, aunque la transición política en ambos países no sea alentadora…
El segundo fue el llamado Diálogo Amplio Bilateral en el cual se abordan los temas no vinculados al TIC. Esto es: migración, cooperación para el desarrollo, combate al narcotráfico y al crimen organizado, cooperación judicial y cultural, entre otros. Este encuentro lo cabezó el propio Canciller y conozco que fue positivo. Espero que se haya podido determinar los sectores en que EE.UU. contribuirá para las necesidades de nuestro país y que ello haya sido dentro del más estricto respeto a la soberanía. Para ejemplo el tratado específico para la aerovigilancia en nuestro mar. El tercero, del que se habla poco y es no menos importante, el que realizan los empresarios con sus homólogos estadounidenses de manera paralela para concertar transacciones en el nuevo contexto.
La normalización con EE.UU. ha sido un largo proceso. La línea antiestadounidense impuesta por Correa y el presidente Moreno en su primer año, dificultaron el acercamiento al importante vecino. Ecuador tuvo que ganarse la confianza de EE.UU. y lo consiguió. Promovió las visitas al país en 2018 del vicepresidente Pence y del secretario Pompeo. Estos gestos alentaron las relaciones. A comienzos de este 2020 se realizó la visita del presidente Moreno a la Casa Blanca con lo cual se confirmó el interés de Washington en nuestro país. No obstante, hay que estar claros en que la coyuntura política electoral en ambos países puede alterar lo alcanzado. Los EE.UU., más institucionalizados, con Biden las cosas pueden cambiar como cambiaron cuando Trump llegó al poder, y si en el Ecuador llega un gobierno contrario a estos acuerdos todo el esfuerzo puede venirse abajo.
El sector privado y el gobierno, si hablamos de un TLC, debe tener presente que, así como productos ecuatorianos podrían ingresar a ese mercado, la producción de EE.UU., en especial agrícola, ingresará al mercado ecuatoriano y podría inundar con sus productos nuestro país. ¿Estamos preparados?