Los profesores podemos y debemos llevar a las aulas temas y autores que permitan a nuestros estudiantes ubicarse en el presente de manera crítica.
La pandemia no solo que sacó a flote nuestros los trapos sucios como sociedades, la desigualdad, el racismo, la explotación y el autoritarismo.
También nos llevó a un aprendizaje y uso intensivo de las tecnologías de la información y comunicación, sin las cuales gran parte del sistema educativo y del aparato productivo y comercial no podrían funcionar.
La tecnología es un instrumento que pude servir para propósitos progresistas o para finalidades retrógradas como el control y la manipulación.
En reciente documental: “El dilema de las redes sociales”, varios informantes, en su momento altos gerentes, técnicos y creadores de diversas aplicaciones claves de redes sociales, algunas gigantes, construyen un relato crítico de los propósitos de las corporaciones informáticas: la abrumante acumulación de dinero y poder, a través de la concentración de información de millones de usuarios convertidos en una masa de zombis, cuyos gustos, preferencias, decisiones, son configuradas, manipulando el subconsciente.
Estos genios de la informática denuncian algunos efectos y mecanismos psicológicos y sociales que generan las redes: incomunicación, adicción, desinformación, persuasión y polarización política, noticias falsas, depresión. Es el control total de la humanidad, la pérdida de la libertad y la desaparición de la democracia. Un colosal Gran Hermano está creciendo en el planeta. La China, EE.UU. y sus corporaciones, lo construyen. Es el actual escenario de disputa del poder global.
La mayoría de seres humanos somos ciegos e ignorantes a este fenómeno. Creemos que las redes nos dan un servicio gratis y dentro de ellas arrojamos confiadamente nuestra información, incluso la íntima, en un espacio aparentemente inocuo e ingenuo.
Nuestra acción la consideramos como un ejercicio de libertad. No nos damos cuenta que fuimos sutilmente conminados a ello. Sobre esto el filósofo Byung Chul Han comenta: “el sistema de hoy no ataca la libertad, sino que la instrumentaliza… Hoy, nos sentimos libres y entregamos nuestros datos de forma voluntaria”.
Entonces, la “Big Data no solo se usa para vigilancia, sino particularmente para controlar el comportamiento humano. Y si se controla la conducta humana, si se manipulan totalmente las decisiones que tomamos con la sensación de ser libres”.
A esto complementa el influyente historiador Yuval Noah Harari: “Es la primera vez en la historia de la humanidad que puedes seguir a todo el mundo todo el tiempo y reunir y analizar tantos datos de cada individuo…, esto puede ser el origen del peor sistema totalitario que haya existido jamás”.
La libertad y la democracia están seriamente amenazadas. Profes… discutamos en las aulas.
También los políticos.