Ningún candidato a la Presidencia de la República saldrá a defender abiertamente el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La mayoría dirá que va a renegociar ese acuerdo porque los términos de la carta de intención no son convenientes para los intereses de la mayoría de los ciudadanos.
En ese caso, los candidatos deberán definir cómo sería el buen acuerdo con el FMI, viable y diferente al actual, que incluye una lista de medidas para cerrar el abultado déficit fiscal, que es el causante del agresivo endeudamiento desde el 2013 y de la insostenibilidad de las finanzas públicas.
Se podrá discutir mucho sobre las medidas acordadas con el FMI, pero al menos son un punto de partida para debatir sobre temas fundamentales, como es tener unas finanzas públicas sostenibles.
La lucha contra la corrupción es fundamental en el manejo fiscal y es una tarea de largo plazo cuyos resultados se verán reflejados en mayores ingresos fiscales. Para este año se prevé el envío de una Ley contra la corrupción, que deberá estar articulada con otras reformas institucionales.
El acuerdo con el FMI contempla otras medidas que van desde el aumento de tres puntos en el IVA hasta la eliminación de las exoneraciones de impuesto a la renta para las personas de la tercera edad, pasando por la creación de un impuesto ambiental por la emisión del CO2.
También se plantea eliminar la devolución del IVA para las universidades, lo que podría llevar a que estas instituciones aumenten el valor de las pensiones. O se podría subir el impuesto a la renta de personas naturales y de compañías, para que haya una mayor contribución de las personas de mayores ingresos, así como de las empresas que obtienen grandes beneficios.
El nuevo Ministro de Finanzas ha dicho que además de cumplir las metas con el FMI, hasta el cambio de Gobierno en el 2021 dejará planteadas tres reformas clave: tributaria, laboral y a la seguridad social. Se espera que esas propuestas sean el producto de un verdadero diálogo nacional, que es lo mínimo que se necesita para que una ley perdure en el tiempo.
Si lo anterior se hace con la participación de todos los involucrados, el actual Gobierno no solo que marcará la cancha para el debate de las próximas elecciones, sino que también dejará un paquete de medidas para que el siguiente gobierno no pierda el tiempo en volver a realizar los denominados diálogos nacionales.
Como toda medida de ajuste, habrá pros y contras. Un aumento excesivo en el impuesto a la renta puede frenar las inversiones privadas. Asimismo, un alza del IVA también puede afectar el consumo.
Se podrá discutir sobre cuál es la mejor combinación de medidas o si se pueden incluir otras, pero lo cierto es que hay que cerrar un déficit que bordea los USD 8 000 millones. Y eso habrá que hacerlo con medidas que estimulen la inversión y el empleo formal, con solidaridad y buscando reducir la pobreza y la desigualdad.