Si usted creía que Donald Trump batía récords en lanzar afirmaciones falsas o exponer hechos inexistentes, con más de 23 mil en cuatro años de gestión, se equivoca. Lo supera su amigo y admirador, el mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien en dos años de gestión lleva más de 40 mil.
Los falsos señalamientos del mandatario azteca, van desde los que son evidentes para el mundo, como el que indica que México es un ejemplo virtuoso en el manejo de la pandemia, que su economía va en franca recuperación y que él jamás miente, hasta los domésticos que señalan que no hay violaciones a los derechos humanos, que la transparencia es total en su gestión, que la corrupción terminó y que él respeta las instituciones democráticas.
AMLO es quizás el mandatario que más habla en el mundo. Lleva más de 500 conferencias de prensa, un ejercicio diario de 106 minutos en promedio. Ante comunicadores en su mayoría afines, el mandatario responde a veces generalidades o hace divagaciones que nada tienen que ver con las preguntas.
La consultora mexicana SPIN, que lleva un recuento puntual de este ejercicio, ha documentado más de 40.000 menciones de AMLO que no tienen sustento o son francas mentiras. Se trata de una cifra que casi duplica a las de Trump, si nos atenemos al recuento hecho por el diario The Washington Post.
AMLO, que fue el único mandatario que visitó en terreno y en plena pandemia a Trump, justamente cuando el estadounidense estaba en campaña electoral, ha sido complaciente y adulador con su colega, a pesar de que este ha llamado violadores a los migrantes mexicanos, avanzó con la construcción de un muro fronterizo y amenazó con aranceles a México.
En cambio, frente al electo Joe Biden, muestra otra cara. Fue uno de los últimos en felicitarle por su triunfo, no expresó condena tajante al reciente ataque de la turba “trumpiana” al Capitolio, se lamentó de la censura de Facebook y Twitter contra su colega y, en un arranque inusitado, ofreció, sin que nadie lo pida, asilo político a Julian Assange, a quien la justicia americana reclama.
En México circulan profusamente en redes y medios de comunicación cartones y memes en los que se reproduce el rostro de AMLO con la cabellera de Trump o al revés. La comparación entre estos presidentes no solo es por su amistad sino por su similar impronta populista.Ambos acusan a los medios de perjudicarlos. Ambos minimizaron la pandemia y el uso de cubre-bocas. México y Estados Unidos, junto a Brasil, son los países que peor gestionaron la pandemia en las Américas, según lo indican múltiples análisis.
El parecido llega a niveles de preocupación, pues AMLO coquetea cada vez más con el autoritarismo y sus ataques son virulentos contra las instituciones de la democracia. México está poniendo sus barbas a remojar.