Con ese título y más de 1 000 páginas en una impecable edición del Grupo Planeta Colombia, el libro, por su volumen, podría ahuyentar al lector. Sin embargo, quien empieza su lectura no la deja y sigue con gran interés hasta el final. Dos razones sostienen ese interés: ser un libro de múltiples texturas y estar muy bien escrito.
Las páginas alternan entre el texto de memorias y testimonio, la crónica e interpretación histórica, el ensayo político y el análisis económico y social; el manual de negociación en situaciones en las que un conflicto parece en un callejón sin salida, la reflexión sobre la complejidad del poder y las dificultades de gobernar en tiempos de aguda crisis.
El testimonio es de Jamil Mahuad Witt, presidente constitucional desde el 10 de agosto de 1988 hasta el 21 de enero de 2000.
Los dos grandes núcleos de la crónica histórica son el proceso de negociaciones con el presidente Alberto Fujimori hasta firmar en Brasilia el acuerdo definitivo de paz entre el Ecuador y Perú el 26 de octubre de 1998; y el proceso de estudio sistemático, análisis técnico y decisión política de dolarizar la economía ecuatoriana, que dio a conocer el Presidente el 9 de enero de 2000. Dos resoluciones de largo alcance y perdurabilidad, que han marcado de forma positiva el rumbo del Ecuador.
El libro no se desarrolla como una fría exposición de hechos, sino por medio de un relato vital, desplegado con habilidad y fuerza narrativa. El escritor echa mano de recursos como el diálogo, que nos deja frente a las voces de diversos personajes. Antes que asumir el punto de vista del politólogo o del analista económico y social, en las páginas introductorias comparte sus clases en la Escuela Kennedy de Harvard y traza un cuadro muy completo de la situación del Ecuador a las puertas del segundo mileno, es decir del país en profunda crisis que recibió al asumir el gobierno.
Las negociaciones de paz y el proceso para decidir la dolarización se hallan narrados con la claridad y fuerza de quien tiene papel protagónico en tales hechos. Los entretelones de esos y otros acontecimientos, como las dramáticas páginas sobre el golpe de Estado que lo derrocó, echan luces novedosas sobre la historia reciente del país.
El libro contiene también un poderoso alegato contra la justicia politizada que concluyó por convertir en delito de peculado una dura decisión de gobierno, la del congelamiento de los depósitos bancarios. El mismo Rafael Correa terminó por reconocer que no estaba convencido de que había hecho lo correcto con la reactivación del juicio a Mahuad.
La obra se complementa con memorias de ocho personalidades del equipo que estuvo junto a él en la dolarización. Es un libro esperado y necesario para aquilatar la realidad ecuatoriana contemporánea y la entereza política y humana de Jamil Mahuad.