Zimbabue, la antigua colonia británica de Rodesia, es uno de los 5 o 6 países dolarizados del mundo. Y son, además, un ejemplo de como manejar mal una dolarización.
Para entender a Zimbabue hay que retroceder hasta 1980, cuando Robert Mugabe llegó al poder y se perpetuó en el, originalmente como primer ministro y luego como presidente y sigue mandando por más de 37 años.
Mugabe, además de ser un dictador de facto, ha sido acusado repetidamente de violaciones a los derechos humanos, corrupción y de discriminar a la minoría blanca de su país.
Pero además de todo eso, ha sido un pésimo administrador de la economía. El mal manejo monetario de inicios de este siglo llevó a Zimbabue a la peor inflación registrada en la historia de la humanidad, que, estimaciones confiables la ubican en un nivel anual de 89.700 trillones por ciento (sí, es un número difícil de digerir; en resumen significa que los precios llegaron a niveles astronómicos).
Tan alta era la inflación que Zimbabue tuvo que emitir billetes cada vez de mayor denominación y llegaron a emitir uno de 100 billones de dólares de Zimbabue (100 billones en español, o sea, 100 millones de millones, o sea, un “1” con 14 ceros a su derecha).
Ante tanto caos monetario, el país tomó la sabia decisión de dolarizarse en el año 2009 cuando su banco central anunció que ya no iba a emitir moneda propia. Gracias a ello, en los años siguientes, Zimbabue tuvo una etapa de estabilidad y crecimiento inusual y en algún momento hasta se creyó que el país tenía un futuro promisorio.
Pero ningún país que tenga a Mugabe al mando puede tener un futuro promisorio. Luego de un par de años de crecimiento, el gobierno volvió a sus políticas de amedrentar a los inversionistas y de gastar más dinero del que tenían disponible.
Todo empeoró desde febrero de este año en que empezaron a aparecer unos “bonos” del tamaño y con el diseño de un billete de Zimbabue y que pretendían valer lo mismo que sus contrapartes norteamericanos. Así se logró ahuyentar los pocos dólares que todavía estaban en Zimbabue y el país se fue quedando sin medios de pago.
Y ante la falta de dinero, se está recurriendo al trueque. Parecería que es tan tremenda la escasez de dólares en el país que el Ministerio de Educación pidió a los colegios que acepten chivos como parte del pago de las pensiones escolares y la autoridad de regulación bancaria ordenó a los bancos que acepten ganado como garantía y parte de pago de créditos.
Pobre Zimbabue. Pobres porque tuvieron la habilidad de manejar tan mal su dolarización que ahora ya no es un pilar de su desarrollo, sino que es una traba, un lastre para su progreso. No es fácil destruir todo lo positivo de un sistema tan robusto como una dolarización. Ellos ya lo lograron.