1.-¿En su opinión cómo cataloga el alza de los precios del diésel diferenciado?
Es difícil entender la estrategia que sigue el gobierno en este tema. No se aprecian los objetivos de las decisiones tomadas, pues el impacto presupuestario, si lo hay, es irrelevante frente a la dimensión del subsidio. No hay una gestión integral que aborde el tema de forma consistente.
Se puede decir más, ya que, no se concibe la dificultad del sector empresarial en desprenderse de este beneficio que lo ha tenido durante mucho tiempo; el suficiente, si algún momento fue necesario ponerlo por la temprana etapa de incubación, a fin de darle impulso y alcanzar un nivel de eficiencia que le permita vivir con su propio esfuerzo sin tener que recurrir al apoyo permanente de toda la colectividad. Pero, si esto no es así, habría que cuestionar la viabilidad de esas actividades, lo cual francamente no lo creo; pero, con estas actitudes, el mensaje que recibe el país es el de tener sectores productivos cargados de dolencias crónicas e irreparables.
Los principios de la economía de mercado se sustentan en el manejo de relaciones empresariales sobre precios reales y competitivos; y, no sobre condiciones ventajosas obtenidas de la extracción de una parte de los ingresos de la colectividad. Manifestar que se ocasionará una catástrofe en la producción e incluso el desplazamiento de las inversiones a otros países si se insiste en corregir esta política, demuestra, o su total falta de competitividad ( que no se sabría si la pueden mantener en esos nuevos lugares que con seguridad no tienen este subsidio); o, simplemente no quieren perder este privilegio.
La focalización del subsidio parte precisamente de la determinación real de quienes lo necesitan, por un tiempo determinado y con un objetivo preciso.
Aquí juegan los viejos postulados de la llamada “teoría de la industria infante” y, a riesgo de ser repetitivo, en general, este instrumento debe y tiene que ser utilizado para ofrecer a grupos sociales de bajos niveles, la oportunidad de salir de sus condiciones de vida precarias hacia niveles de menor restricción.
2.-¿En el futuro se debiera o no incrementar el precio a la gasolina extra?
Así es. Aún más, la existencia de un conjunto de programas sociales dedicados a mejorar los índices de equidad, a ofrecer una educación moderna y competitiva, con atención de salud preventiva eficiente, a sostener el débil andamiaje (en franco deterioro) del sistema de seguridad social, sólo se lo puede afianzar bajo un manejo eficiente, es decir escrupuloso de todas las fuentes de ingreso público, con singular cuidado de los productos que con su explotación se pierde patrimonio por su irrecuperabilidad; y, aún más, lo que es vital en esta etapa del desarrollo mundial, con el cuidado de la contaminación ambiental, cuyos daños ofrecen ya un semáforo amarillo para las próximas generaciones.
Por lo tanto, tanto cuantitativamente-porque se los necesita para prioridades superiores y bien enfocadas-, como por valores cualitativos-cuidado patrimonial y del ambiente-,los precios de las combustibles no pueden dar lugar al derroche.
3.-¿Hay condiciones políticas, sociales y económicas para focalizar subsidios?
Después de tanto polemizar, pero al fin y al cabo luego de conocer la forma como se dilapidaron decenas de miles de millones de dólares, que ahora valen oro y evitarían tanta angustia nacional, porque la caja fiscal no tiene medio, sería una enorme torpeza nacional seguir con esta política dilapidante del capital nacional.
Todo lo dicho no significa volar de un plumazo esta línea de gestión, sino racionalizarla. Volverla compatible con un plan de sistematización del gasto corriente, de tal forma que la decisión se ubique en la dimensión que coloque a cada sector de la sociedad con el trato que deba recibir. Unos deberán seguir protegidos, con mecanismos de compensación bien controlados, mientras a otros ya es hora de que se les acabe este injusto privilegio.
Incluso debería o podría pensarse en la asignación de los potenciales recursos a obtenerse en fideicomisos con objetivos concretos, de forma tal que se evite su mala utilización, cuyo ejemplo cercano del uso de las rentas de terremoto en otros propósitos confirmó lo que a su tiempo se advirtió.
4.-¿Qué se puede alcanzar con la nueva ronda petrolera?
Esta licitación abre la posibilidad de explorar y desarrollar ocho campos nuevos, cuyas potencialidades se podrán confirmar a la conclusión de la etapa exploratoria.
Al momento, el gobierno estima un producción de 30 000 barriles diarios, con una inversión referencial de mil millones de dólares. El período calculado para ponerlos en producción oscilará entre tres y cinco años.
La propuesta del gobierno plantea dos opciones de pago o participación de los inversionistas, en dinero o en especie es decir en petróleo. Para participar en esta licitación los inversionistas interesados deberán, como es usual en estos casos, adquirir las bases, para tener la oportunidad de realizar sus cálculos y estructurar las propuestas de acuerdo a la valoración que realicen de los pliegos que son parte integrante de esta iniciativa gubernamental.
El plazo que rige para el concurso es de 120 días, contado desde la fecha de su aviso, concluido el cual dará paso al término de evaluación y sección de las ofertas ganadoras o, si no existe conformidad o interesados, para declararlo desierto.
Se conoce que la próxima semana habrá un evento en Houston para invitar a las empresas petroleras internacionales