El 1 de septiembre, el Banco Central de China anunció que el Banco de Desarrollo de la China (el mayor prestamista chino para América Latina) usando fondos de las reservas de divisas chinas, estableció el Fondo para la Cooperación para la Capacidad Productiva Sino-América Latina por USD 10 mil millones. El Fondo servirá para financiamientos a largo plazo en las áreas de manufactura, alta tecnología, agricultura, energía, infraestructura y financiamiento. La creación de este Fondo debería constituir una oportunidad para reflexionar sobre las condiciones que enfrenta América Latina para acceder a los fondos chinos.
Este Fondo, como varios anteriores, ayudará a incrementar las exportaciones chinas de mercancías y servicios, en un momento en que China está sufriendo un déficit de exportaciones, para muchos indicativo de una grave caída de la economía china. Pero para la oficialidad china, este revés es solo un efecto temporal de la “nueva normalidad” en un proceso de adaptación a las fuerzas del mercado.
Aparentemente, el Fondo para la Cooperación para la Capacidad Productiva Sino-América Latina es parte del fondo por USD 30 mil millones que se acordó en mayo, durante la visita del premier chino, Li Keqiang, para promover la capacidad productiva, innovación tecnológica, construcción y operación de carreteras, ferrocarriles, aeropuertos, puertos, logística de almacenamiento, tuberías de gas natural, etc. En un poco más de un año, entre otros, se han anunciado el fondo de infraestructura de USD 20 mil millones (julio, 2014); se ratificó el establecimiento de líneas de crédito preferenciales de USD 10 mil millones (enero, 2015). También, es oportuno recordar las declaraciones del presidente Xi Jinping en la Cumbre de la Celac, cuando señaló la necesidad de incrementar el comercio entre China y América Latina a USD 500 mil millones y elevar a 250 mil millones las inversiones durante los próximos 10 años. En resumen, se ha establecido un marco de inversión que permitirá a China un fuerte incremento del suministro de materiales, trabajadores, servicios, tecnología para América Latina a través de los fondos de cooperación.
Sin duda, la noticia será acogida con entusiasmo por los gobiernos en la región, especialmente por aquellos que están enfrentando una grave conflictividad social, en parte como resultado de la crisis económica. Por otro lado, hay que recordar que la economía china se está ajustando a las fuerzas del mercado y que América Latina ya ha aprendido que cuando el mercado es el que decide, quienes controlan el mercado siempre ganan. Así lo prueba la estrepitosa caída de los precios del petróleo, que ha golpeado fuertemente a varios países en la región, sin importar que algunos de ellos sean grandes productores y que China sea el mayor comprador, que pertenezcan a la OPEP o que hayan firmado acuerdos con China para una para promover una relación “ganar-ganar”.
Columnista invitado