Decíamos a principios de año (enero 5) que la empresa china Tongling pretendía adquirir Corriente, la minera canadiense matriz de Ecuacorriente, poseedora de los derechos sobre unos importantísimos prospectos mineros en Zamora y Morona. Que China tiene la necesidad de asegurar el abastecimiento de materias primas y que ahí, y no en la geopolítica, radicaba su interés en América Latina.
En mayo 28, el gigante estatal chino para la minería, Tongling, aseguró la compra del 96% de las acciones de Corriente. Se abre el camino para las negociaciones con el Estado ecuatoriano para iniciar la tarea de desarrollo y explotación de las importantes minas cupríferas Mirador y Panantza-San Carlos.
El jueves, en Pekín, el Ministro de Finanzas y el Ministro de Sectores Estratégicos firmaron con el Eximbank chino el acuerdo de financiamiento por USD1 700 millones para la compra de bienes y servicios chinos para la construcción de la central hidroeléctrica Coca-Codo Sinclair.
Coca-Codo es de importancia similar a la central Paute. Permitirá al país contar con energía eléctrica más barata y ahorrar petróleo que se podrá exportar.
Meses atrás, un viaje similar de la ministra Viteri culminó en fracaso; el Presidente calificó al Eximbank chino como peor que el Fondo Monetario y dijo que buscaría otro financista.
No conocemos los términos del contrato de financiamiento de Coca-Codo. El econ. Patricio Rivera declaró que el Eximbank no insistió en que el Ecuador provea garantías reales. Pero creemos que sólo se están cuidando las apariencias.
El Eximbank chino se limita a comentar que “en las negociaciones, cumplió con prácticas internacionales de negocios”.
EE.UU., la Unión Europea, China o Japón mantienen patrones de contratación que se aplican a todos los países por igual. Así como ni la UE ni EE.UU. van a firman acuerdos comerciales especiales con Ecuador, distintos de aquellos firmados con el resto de países latinoamericanos, el Eximbank chino no va a hacer concesiones especiales al Ecuador.
Que el Gobierno haya vuelto a Pekín para el financiamiento y la construcción de la obra, luego de la tremebunda denuncia, ilustra que no tiene muchas otras fuentes externas de crédito o inversión. Ha subestimado el efecto negativo de la denuncia de los acuerdos bilaterales de protección de las inversiones, la forzada recompra de los bonos, la renegociación petrolera, la negativa a firmar tratados de libre comercio.
El matrimonio Quito-Pekín es de conveniencia. Ellos necesitan nuestras materias primas. Nosotros, su crédito e inversión.
No será de sorprenderse si para agosto se plantea a Petrochina que reestructure prematuramente la facilidad petrolera, para así financiar el ambicioso programa .