¿Quién fue el personaje que se atrevió a destronar a Maradona de su función de director técnico de la selección de Argentina?
Este es un episodio singular de la historia del Pelusa. Fue otra hazaña de don Julio Grondona, de 78 años, presidente –dictador le dicen- durante 30 años de la AFA argentina, elegido 8 veces casi en forma unánime, vicepresidente de finanzas de la FIFA. Un experto en fútbol y en negocios. Un estratega al que llaman el Padrino.
El único que podía darse el lujo de nombrar y tumbar al Gran Diego, a quien –tras la derrota ante Alemania 4-0- le dijo que solo él –Maradona- podía decidir si se quedaba o no en la selección.
Un mes después le pidió que se deshaga de su asistente, Alejandro Mancuso, y por ahí comenzó el final. “No me tocan ni un utilero y Mancuso es mi gran amigo. Me salvó de la droga”, dijo el director técnico y luego Grondona le dio el golpe de gracia informándole que los 28 miembros de la AFA (Asociación de Fútbol Argentino) habían apoyado su salida. “Grondona me mintió”, fue su triste respuesta.
Julio Grondona es, pues, un célebre personaje del fútbol argentino y comenzó su biografía como pobre, luego fue ferretero y fundó un verbales y sus limitaciones técnicas. Sabía que era absurdo mantenerle en el trono cuatro años más, pero el idolatrado Diego fue aplaudido por 20 000 fanáticos cuando volvió de Sudáfrica, goleado y todo.
Grondona esperó con paciencia. El Gran Diego se marchó de pronto a Venezuela y escoltó al coronel Hugo Chávez cuando rompió relaciones con Colombia.
Los chismosos dijeron que uno y otro acto buscaban votos para las elecciones de septiembre. No sabemos por qué, pero lo cierto es que el jefe supremo de la AFA esperó el regreso de Maradona para defenestrarle, afirmando que nunca le había mentido.
Los hinchas de Pelé salieron para rematar al caído. Ellos dijeron que su ídolo había marcado 1 282 goles en toda su carrera deportiva y el Diego solo 352. Los maradonianos refutaron anotando que el suyo hizo fantásticos goles –aunque nunca con la cabeza ni con el pie derecho- en grandes clubes del mundo y Pelé solo lo hizo en el equipo del Santos.
En realidad, Diego Armando Maradona está caído pero no derrumbado. Fue, es y será un personaje del país de Gardel, Evita y Maradona. Lo que tal vez perdió definitivamente es la posibilidad de llegar a la Casa Rosada, si ganaba el Mundial de Sudáfrica. Pero es un fenómeno para caerse y levantarse. No hay duda.
Aunque esta vez, luego de la ofensiva germana, dijo que el 4-0 era lo peor que le había pasado en la vida. Respecto a los votos que nunca le abandonan a Julio Grondona, sería mejor que no entusiasmen al ‘Corcho’ Cordero y a su Jefe. Son votos asegurados de por vida, gracias a maletines y a los favores, según es voz pópuli en Argentina.