El “correismo” debe estar analizando sus estrategias defensivas y ofensivas, y judicialmente hablando, la palabra clave sería dilatar.
La nueva Houdini del escapismo judicial latinoamericano es Cristina Fernández, vicepresidenta de Argentina, la cual estará ya en la categoría de gurú y como ejemplo a seguir.
Al momento, la posibilidad de la candidatura de Correa es factible, ya que solo tiene impedimento para la Presidencia; y por otro lado hay orden de detención, pero para inscribirse como candidato a la vicepresidencia o asambleísta, no hace falta que esté presente; así como para hacer campaña, ya que basta una tarima con pantalla, y vía internet intentará “cautivar” una vez más a sus ingenuos seguidores, con su discurso populista izquierdista. Si éstos o afines ganaran la Presidencia, el o la Presidenta electa, podría indultarlo (art. 147 # 18 Constitución) de existir condena y, por ende podrá ingresar al país sin temor a ser apresado; y de no existir condena, la orden de detención de subsistir, se diluiría como arena entre los dedos.
En Argentina los magistrados, probablemente probos, que fallaron en contra de Cristina F., hoy en día están siendo atacados; y seguramente los “correístas”, como parte de sus acciones, desarrollarán alta presión en redes y medios, para atemorizar y presionar a los jueces, a fin de que dilaten las sentencias (de los juicios claves) hasta después de las elecciones; de tal suerte que si ganasen, pocos jueces tendrían las agallas de fallar en contra; y no habría ya impedimento para que Correa se siente cómodamente en el sillón vice presidencial con miras al presidencial, vía reemplazo.
De retornar el ex presidente, es posible que haga honor a su apellido, y dé correa si no es fuetazos, a todos aquellos que lo atacaron, y cargado de venganza articularía todas las acciones que sean del caso, y entre otras, llevar al país al siguiente nivel revolucionario, esto es, expropiaciones, expulsión de la clase rica, empobrecimiento de la clase media, y multiplicación de la clase pobre, un solo candidato, y tratos con quien sabe quién.
Es fundamental que los fiscales, tribunales y cortes a cargo de procesos por peculado y cohecho (ya que de haber sentencia condenatoria ejecutoriada en base al art. 113 de la Constitución, le inhabilitaría de ser candidato a cualquier dignidad de elección popular), obren con patriotismo, valentía, prontitud, y objetividad, de tal suerte que las sentencias ejecutoriadas, absolutorias o condenatorias, se den antes del inicio de inscripciones de candidaturas, de tal manera que estén lo menos afectadas de cálculos y presiones políticas, y prime la verdad, la justicia y la transparencia judicial. Probablemente la suerte del país dependa de estos fallos; siendo así, es importante que la opinión pública y ciudadanía estén informadas y alertadas!