Millones, millones y millones, los números son tan largos que se vuelven poco elocuentes. En el ritmo de la vida cotidiana no manejamos transacciones que permitan tener nociones de las magnitudes económicas del Yasuní.
Explotando nuestro superpatrimonio ecológico ¿ganaremos mucho o poco? El precio que fijó el Gobierno, ¿fue caro o barato ? En una democracia, supuestamente nosotros mandamos (en teoría “por voluntad popular nosotros elegimos un Presidente que sabíamos que explotaría el petróleo, fue nuestra decisión soberana destrozar ese parque”…. ahhh los derrapes de la democracia y la imprevisibilidad de los gobernantes que vuelven añicos la nuestra voluntad), para el mundo es el Ecuador el que está desasiéndose de su patrimonio ecológico, y yo como parte de eso, quiero saber el precio.
Es fundamental saber esto, porque solo así podemos nosotros saber si vale la pena destrozar nuestro parque o salvarlo, o saber si la gestión del Gobierno fue adecuada al fijarse una meta razonable .
Por ejemplo, podemos ver que el lugar más biodiverso del planeta no tiene -ni remotamente- el valor de una grande multinacional, ni un gran banco… en realidad ni siquiera de un banco mediano. Nosotros pedíamos alrededor de USD 3,6 mil millones a lo largo de 12 años para no explotar y se estima ganar 19 mil millones en 20 años si lo explotamos. En el 2008 el plan Paulson para salvar a los bancos fue de 700 mil millones y el plan europeo 200 mil millones… solo el “pequeño” banco franco-belga Dexia tuvo 6,4 mil millones.
No pensemos en los verdaderos monstruos como Apple, Exxon, o Nestlé, ¿saben cuál es el valor en bolsa de Christian Dior? Es alrededor de 35 mil millones. Madame Tusaud, el museo de cera británico costará en bolsa casi el doble del precio que pusimos para salvar nuestro patrimonio ecológico.
¿Saben cuánto factura anualmente la veinteava empresa mundial en cifras de negocios? Samsung facturo en 2011, 149 mil millones; los 3,6 mil millones para salvar Yasuní es apenas el 2,4%. El Ecuador va a deshacerse del lugar más biodiverso del planeta por apenas 13% en 20 años de lo que esa empresa gana en uno solo.
¿Qué baño de humildad no? Con pompa y platillos nos pavoneamos como los “jaguares de la economía latinoamericana” cuando no somos capaces de preservar nuestros legados más importantes. Como dicen los estadounidenses “peanuts”, en términos mundiales los valores del Yasuní son cacahuetes; es un fracaso, una vergüenza nacional y una humillación no poder preservar ese parque.
Muchas de las personas que participaron en la iniciativa denunciaron las serruchadas que el mismo Gobierno puso para el proyecto de salvación; estoy seguro que si se daba una colaboración adecuada, empezando por el Presidente, los montos eran alcanzables.