Este tal y cual coronavirus detuvo la actividad de asuntos politiqueros y políticos, entre ellos la próxima elección que servirá para seleccionar nuevo Presidente de la República y nuevos salvadores de la patria y de los pobres.
Hay inusitado fervor para participar en esa elección. Al 6 de febrero de este año, 283 partidos y movimientos políticos estaban registrados en el Organismo Electoral. A esa fecha, 89 tramitaban su registro. ¿Cuántos otros habrán conseguido legalización?
Hay dinero de ayuda desde el comienzo. Al reformar el Código de la Democracia “Se establecieron incentivos para concretar alianzas entre movimientos”. (EL COMERCIO, 6 de febrero 2020, página 3) Deben ser numerosos los candidatos con espíritu patriótico que desean dictar leyes que realmente favorezcan al país y a los habitantes. Pero unos cuantos seguramente tienen puesto el pensamiento en el poder para favorecerse y ayudar a sus parientes y amigos, inclusive para que les concedan contratos millonarios con sobreprecio. Leamos títulos de EL COMERCIO de 16 de mayo 2020: “Policía halló USD 1,6 millones, siete personas tienen prisión preventiva”. ¿Quiénes son? Un “asesor” del asambleísta de apellido Mendoza ¿Cuál el hecho? Contratos para construir el Hospital Básico de Pedernales, Manabí. Es negocio redondo, en ciertos casos, ser asesor de un diputado.
En la larga lista de infamias hay una de extrema gravedad: la adquisición de bolsas para cadáveres, a razón de USD 145,26 cada una, pese a que en el mercado se ofertaban desde 12 dólares por unidad. Hay gente que tiene seriamente dañada su conciencia moral.
El riesgo es que sean descubiertos. Pero si va a manos de la justicia, se vale del Código Penal vigente, fríamente calculado en época del finado mandamás, el cual establece un trámite prolongado y propicio a la indulgencia para el responsable. La pena máxima se convierte en mínima y –como ya está sucediendo- al cabo de poco tiempo de estar en prisión, establece derecho para recortar la condena. Si hay otros juicios con orden de prisión preventiva, ésta caduca pronto y el enjuiciado puede viajar fuera del país a gozar de paz y comodidad. Los partidarios entonan la canción de la calandria que voló, voló y voló.
La campaña electoral es época para pronunciar discursos y gritar, con un brazo en alto y ofrecer al pueblo todo cuanto pide, sabiendo que no podrá cumplir. El candidato debe sonreír y eliminar la corbata para que no le acusen de pelucón.
La técnica es armar un relajo, si se puede para tumbar al Presidente; tocar las puertas de los cuarteles y ganar puestos en la Asamblea. Ahora ya no podrán contar con las huestes de mi General Lucho Vargas, Conaie. Hay que provocar interpelaciones, juicios políticos y ensayar todo medio para llegar al poder. “Para los fines consiguientes”, etc.