El país del altiplano no solo es distante en la geografía sino diferente en su historia social y política. Siempre el peso de la minería fue constante, oro y plata en la colonia y en el siglo XX el estaño. Hoy se añade de sus entrañas el petróleo y de los campos la soya.
En la composición racial de su población también existe porcentajes que son importantes destacarlos para evitar confusiones o manipulaciones. La población indígena, compuesta en su mayoría por las etnias quechua y aimara, que constituyen más del 50% del total nacional. Muy distinta a la situación del Ecuador (12 al 15%), donde, además hay múltiples y pequeñas agrupaciones proclives a la confrontación más que a la coincidencia en grandes proyectos. Una situación ideal para la infiltración y manipulaciones extremas que desacreditan a todo el movimiento y hacen imposible una situación como lo acontecido en Bolivia.
Es muy difícil entender el fenómeno político boliviano sino se parte de la revolución de 1952 organizada por el Movimiento Nacionalista Revolucionario, que puede ser considerado el mejor antecedente del MAS. Esos gobiernos en diferentes etapas lograron concretar trasformaciones comparadas por su magnitud con la revolución mexicana y posteriormente con la cubana. Entre las grandes reformas es necesario destacar una profunda apertura de la educación, permitiendo el acceso al pueblo boliviano que estaba excluido. Sigue la nacionalización de los factores productivos mineros y una radical reforma agraria. Debe añadirse, con cautela, la presencia y apoyo de EE.UU. en materia social, antes que se programara Alianza para el Progreso .
Bolivia y su pueblo recibieron un fuerte coletazo en la Guerra Fría durante la cual se afectaron muchas etapas políticas: gobiernos de izquierda, represores de la derecha, militares desestabilizadores y la ausencia de una de coincidencia nacional en objetivos nacionales básicos. Sin embargo, cuando se aplacó la situación política gracias a un crecimiento económico por el auge exportador, estuvo presente el movimiento político MAS, con su líder Evo Morales con una base indígena y de clase media debidamente cohesionada para capar el poder y de alguna seguir la senda revolucionaria de 1952: estatista, distributivo y capitalista. Los resultados fueron favorables y sus dirigentes y el modelo han sido ratificados abrumadoramente por el pueblo boliviano, luego de los errores políticos cometido por el líder indígena en su afán de perpetuarse en el poder.
La nueva etapa se inicia con el triunfo arrasador del ministro que lideró el equilibrio las cifras de la economía y no permitió la corrupción extrema como la que afectó al pueblo de la mitad mundo.
Con cuidado y sin fanatismo deben estudiarse los procesos políticos donde el voto del ciudadano es determinante. A pesar de las distintas modalidades del proceso, se espera igual respeto a la voluntad en las urnas tanto en EE.UU. como Ecuador.