También es conocida como una guerra “tan rápida como un relámpago”. El término se hizo popular por un periodista del Time, al describir la invasión de Polonia en 1939: “Las rápidas columnas de tanques y camiones blindados se han sumergido dentro de Polonia mientras las bombas llovían desde el cielo anunciando su llegada. Han cortado las comunicaciones, destruido los animales, dispersado la población, extendido el terror”.
La referencia histórica es válida cuando se observa lo que ha sucedido en Ecuador, en la semana del 22 al 28 de Marzo del 2010 con la libertad de prensa. El ejecutivo, sea por la autorización política al juicio político al Fiscal General o por la amenaza de ‘la muerte cruzada’ (disolución del parlamento y nuevas elecciones), dobló la endeble ética de los radicales de Alianza País y consiguió el preciado trofeo de la ‘rendición de cuentas’ a la prensa privada; luego, el presidente de la Asamblea admitió que el acuerdo democrático sobre la ley de comulación de Diciembre del 2009 no estaba ‘ labrado en piedra’; a continuación, Emilio Palacio fue sentenciado a tres años de prisión y el pago de costas por
10 000 dólares de Estados Unidos de “Norteamérica” en una sentencia que ignora múltiples principios constitucionales y convenios internacionales de los que Ecuador es signatario. Finalmente, el Director del diario público -no gubernamental- El Telégrafo, Rubén Montoya y otros fueron destituidos en un final ya patentado por García Márquez en su obra “Crónica de una muerte anunciada”. Al respecto, es patético lo que sientan sus compañeros de ese y otros medios de comunicación del Gobierno, pero es comprensible, ya que el pan de la familia es lo primero. En cuanto a los columnistas la situación es diferente, deben esperar como Leonidas a los persas en el paso de las Termópilas.
Salvo el efecto relámpago comentado, el resto no debe producir sorpresa pues el entorno político conducía al final de un primer capítulo que lleva tres años. Rendición de cuentas, próxima ley de Comunicación con un Consejo de Comunicación que con el mecanismo del veto será conformando y facultado a la medida del poder y una primera sentencia de advertencia para periodistas y columnistas para que cuiden, guarden su pluma o enyesen su mano pues una palabra o una frase en el nuevo orden judicial puede constituirse en una “concurrencia” de delitos; mucho más si varios artículos de opinión pueden ser considerados como agravantes.
Un nuevo capítulo se inicia en la historia del periodismo ecuatoriano. Con plena libertad y derecho se puede abandonar la trinchera, pero si deciden quedarse deben recordar la primera parte de la letra de aquella canción de la guerra civil española: “cuando querrá Dios del cielo que la tortilla se vire’”. El franquismo duró mucho tiempo, pero hoy España es libre y democrática