La banca y ya no el Central manejará el dinero electrónico, es el titular económico más importante de los últimos días. Este titular comunica un aspecto central de la decisión, pero no es exacto. Debió ser “Habrá billetera y ya no dinero electrónico”. No se trata de transferir un negocio del sector público al privado (como la venta de las gasolineras de Petroecuador) sino un cambio drástico: la adopción de un medio de pago electrónico, y abandono de una herramienta de política monetaria. Expliquemos.
Las economías tienen medios de pago que han ido mutando en función del desarrollo tecnológico. El cheque complementó y en parte desplazó al billete; más recientemente, la tarjeta de débito hizo lo mismo con el cheque y el billete (la tarjeta de crédito es más como un pagaré). La billetera electrónica hará lo mismo, sino que en lugar de usar tarjeta, utiliza el celular. Desde cheque a billetera electrónica, el principio es el mismo: tengo dinero depositado, y cuando pago, me descuentan de mi saldo.
Ese mecanismo ha venido implementándose en diversos países, empezando por algunos de los más pobres, porque entre las transacciones que mejor aprovechan este mecanismo son las remesas. Se puede transferir, por ejemplo, de España al Ecuador, una suma determinada, digamos cien dólares, del celular del remitente al del beneficiario.
La banca ecuatoriana estaba por implementar ese sistema, cuando el gobierno de Correa intervino, dijo que el negocio era demasiado bueno para dejárselo a la banca (los costos de cada transacción serían muy onerosos, dijeron las autoridades) y que se convertiría en monopolio del Banco Central.
Pero lo que dispuso la ley que se emitió permitía al Banco Central prestarle al Gobierno los dólares depositados en la billetera electrónica. También abría la posibilidad al Banco Central de emitir dinero electrónico para prestarle al Gobierno. O sea, dejaba de ser billetera electrónica y se convertía en moneda de emisión, cuando la dolarización precisamente cierra las puertas a la emisión monetaria. La creación de dinero electrónico es una amenaza para la dolarización.
Justamente, el presidente Correa trajo al país al exministro griego Yanis Varoufakis para que se reúna con el presidente electo Moreno y su ministro de Finanzas designado para convencerlos a que recurran al dinero electrónico para desdolarizar. Propuesta que Varoufakis hizo al primer ministro griego para salir del euro, lo que le costó el cargo.
El Presidente Moreno, consciente que un Banco Central con capacidad de emitir dinero electrónico causaba incertidumbre y llevaba al público a preferir tener sus dólares bajo el colchón o en el exterior, decidió abandonar la iniciativa y favorecer a que bancos y cooperativas desarrollen la billetera electrónica. Sensata decisión.
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