Si hay una sola cosa sobre la cual ha existido plena coincidencia entre todos los candidatos a la Presidencia de la República y a la Asamblea Nacional en esta campaña electoral, es que el voto por los postulantes a esta última función tiene que ser en plancha. Y tienen razón.
El candidato-presidente Rafael Correa llama a votar ‘todo, todito’ para controlar el Poder Legislativo y los candidatos que representan a sectores políticos minoritarios advierten que el voto en plancha por su lista es lo único que los puede llevar a la Asamblea, pues votar por varios candidatos a asambleístas en un distrito, si bien puede generar la sensación de ejercer un voto poderoso, en verdad lo único que hace es fragmentar el único voto con el cual contamos quienes sufragaremos hoy.
De acuerdo con el sistema vigente, al optar por varios candidatos en la papeleta, se divide el sufragio en varios pedazos que después entrarán a ser parte de un gran cómputo. Lo que esperan los candidatos de los electores que tengan una intención política clara y que no quieran diluirla es que tracen la línea hacia abajo, ya sea para respaldar el proyecto de Alianza País, que busca la mayoría en la Asamblea, o para respaldar a otros sectores políticos que quieren mantener o aumentar su presencia.
No está por demás señalar la importancia de la configuración de la Asamblea en esta nueva etapa política. En la percepción general no se trata de una institución de las mejor puntuadas, pero indudablemente ha jugado un papel preponderante por lo que ha hecho o ha dejado de hacer en materia de legislación, en una época de grandes cambios institucionales, y por lo que ha hecho o ha dejado de hacer en fiscalización.
Esas tareas se vuelven cruciales en esta nueva etapa política, al margen del pronunciamiento del electorado en cuanto a los aspirantes a la Presidencia de la República. Lo normal ha sido que la Asamblea, que se elige en la primera vuelta, actúe como contrapeso del Poder Ejecutivo, pero la verdad es que hoy por hoy corren otros tiempos. Si el presidente Rafael Correa es reelegido, está empeñado en tener una Asamblea que lo acompañe en lo que los dirigentes de Alianza País llaman la profundización de la revolución. Si sucede lo contrario, también hay aspectos cruciales que resolver en el futuro inmediato.
Así las cosas, es mejor tener en mente la importancia de la conformación de la Asamblea Nacional, y ejercer categóricamente el voto por los candidatos preferidos.
Los resultados reflejarán de modo fidedigno la voluntad de los electores y sobre todo los votos de unos y otros tendrán el mismo valor en las cuentas finales, de manera que el ejercicio valga la pena no solo para definir quién presidirá la Función Ejecutiva sino para configurar la integración de la nueva Función Legislativa, que sí importa, y mucho.