Los emprendedores y empresarios manabitas no han desaprovechado una sola oportunidad para sacar adelante a su provincia, luego del terremoto del 16 de abril pasado.
La reconstrucción de los negocios y la reactivación de la economía local han sido muy dinámicas, pese a las huellas de la devastación que aún quedan. Tanto es así que durante este año se constituyeron más de 2 000 nuevos negocios.
Esa cifra es alentadora para los empresarios y la provincia, porque las inversiones no se detuvieron y más bien fueron el puntal para la recuperación de sus habitantes.
El mensaje de los manabitas es muy contundente: hay que invertir para recuperarse de las pérdidas del 16 de abril.
Hay muchos buenos ejemplos de emprendedores y empresarios, en cada uno de los cantones manabitas. Solo por mencionar algunos: un edificio de departamentos está listo en Bahía de Caráquez. Había empezado a construirse antes del terremoto, pero al cabo de un año ya fue terminado. Los dueños de la edificación decidieron que no se podía parar la obra y que era la única manera de aportar en la reactivación de la cabecera del cantón Sucre.
Lo mismo pasó con los pequeños y grandes negocios de Portoviejo y Manta. Los emprendedores y empresarios consiguieron créditos privados y de las instituciones públicas (CFN y Banecuador) para levantar sus locales y dar una mano a sus empleados y familias, que se habían quedado sin nada, tras la emergencia.
Los incentivos tributarios y de los municipios han sido vitales para mover esa inversión, que ha contagiado al resto de la economía de la provincia, principalmente a las actividades de comercio, la construcción, los servicios turísticos y la agricultura. Seguramente, el sector turístico se reactivará mucho más en esta temporada de vacaciones escolares de la Sierra. La única manera de abonar en esa recuperación es que los ecuatorianos de las otras provincias vayan a sus playas.