Más allá del día a día

En los últimos años, dos libros (entre muchos otros) han conseguido transmitir con mucha precisión, gran despliegue de información y detalles en algunos campos poco conocidos, la enorme dimensión de los cambios ocurridos en la humanidad; y, aquellos que vienen permutando la perspectiva de manera explosiva.

Factfulness, del médico-profesor sueco Hans Rossing, cuyo contenido se concentra en demostrar las diez razones que demuestran cuan equivocados estamos sobre el planeta de hoy.

Vivimos, lo dice con mucha insistencia, de paradigmas históricos producto de enseñanzas propiciadas por un mundo que ya no existe. Que fue superado; y, requiere de una nueva y fresca forma de entenderle, de interpretarle. Ya no es el mundo de ricos y pobres. De países del Este y del Oeste. Del norte y del sur. Ahora, el 75% de a población mundial vive en países de ingreso medio. Y, lo que es más contundente, esa población se encuentra distribuida en todos los continentes.

Muchos factores influenciaron para llegar a esta realidad. Por mencionar algunos: educación, salud, libertad, industrialización, comunicación, integración. Y por ello, la gran mayoría de indicadores sociales tienen cambios dramáticos.

Familias más pequeñas. Menor mortalidad infantil. Esperanza de vida superior. Más alto nivel educativo. Mejores servicios básicos.

Comunicación disponible y en línea con acceso a la mayoría. Y todo eso regado hasta el rincón más apartado del globo. En fin, los últimos 100 años reconfiguraron las condiciones de bienestar de la humanidad. Por supuesto, nadie quiere decir que todo ya está superado. No. Subsisten problemas, pero ninguno está descaminado en su búsqueda de reparación. Todavía hay pobreza, pero en nada parecida a la de hace 40 años.

El segundo libro (históricamente más antiguo), Abundancia, de Peter Diamandis y Steven Kotler, empata con el anterior pues se dedica a mirar el futuro. Ya no ve de donde venimos, sino hacia donde camina el mundo y su mensaje se resume: “el futuro es mejor de lo que usted piensa” pues existen cuatro fuerzas que vienen cerrando las brechas de la escasez que tanta atención han merecido. “Proveer de abundancia es el más grande reto de la humanidad”, y esa lucha trae muchas promesas de cumplirse (agua dulce es una), precisamente por la explosión de tecnologías, las innovaciones con mucha creatividad, el aparecimiento de filántropos tecnológicos y las disposición de billones de dólares para cerrar el círculo entre: tengo una idea y manejo una compañía de miles de millones de capital.

Son antídotos del pesimismo, que se lo ve en la impresión 3D, la robótica, la inteligencia artificial, la biología sintética, entre tantas ramas de súper especialización, que en conjunto mejoran la productividad y ponen en aprietos a los que no ven esos cambios.

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