La eutanasia en animales de compañía se puede evitar. ¿Se acuerdan del can que mordió a una mujer de 84 años?
Era tipo pitbull y fue sometido a la eutanasia. Sobre ese caso, la Unidad de Bienestar Animal dijo, el pasado 8 de enero, que: “Luego de realizar una evaluación clínica y etológica exhaustiva al perro involucrado, se concluyó que su comportamiento agresivo era severo y no pudo ser rehabilitado”.
Añadió: “La Unidad de Bienestar Animal (UBA) recurrió a la eutanasia, después de agotar todas las alternativas posibles y bajo un estricto protocolo ético y legal”.
La muerte del can que atacó a la adulta mayor, quien posteriormente falleció, generó una ola de indignación en redes sociales. Muchos se preguntaban si existía una forma de evitar la eutanasia.
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¿Qué es la eutanasia?
La eutanasia en animales es el procedimiento realizado por un veterinario para inducir la muerte de uno de esos seres vivos. Este proceso se lleva a cabo de manera humanitaria, asegurando que el animal no experimente dolor ni angustia durante el acto.
La eutanasia en animales de compañía se puede evitar
Este procedimiento, según la Ordenanza Metropolitana, se aplica en estos casos:
- Para terminar con el sufrimiento causado por una enfermedad terminal.
- Cuando son diagnosticados como peligrosos.
- Por portar una enfermedad zoonótica o epizoótica.
- Cuando forman parte de jaurías asilvestradas y causan daño a la biodiversidad, ecosistemas o fauna silvestre.
El perro tipo pitbull falleció luego de ser diagnosticados como peligrosos; esas muertes, según Barinia Cadena, docente de la escuela de medicina Veterinaria de la UIDE, se podrían haber evitado con tutores responsables.
De acuerdo con la especialista, canes como los pitbulls, rottweilers, pastores belgas pueden mostrar un temperamento predador si su entorno es hostil. Por ejemplo, el can que atacó a la adulta mayor muchas veces pasaba encadenado.
¿Existen perros agresivos?
La genética, según Cadena, dice que “sí tenemos perros agresivos. Todo comportamiento tiene una base genética. La agresividad está programada a nivel de lo que llamamos temperamento, que significa la predisposición genética a expresar un comportamiento”.
Pero, añade que “el comportamiento no solo está determinado por la genética; hay un efecto del medioambiente que no es negociable”.
El animal se expresa en función del tipo de vida, de las experiencias. Por eso es importante, como tutor responsable, satisfacer todas sus necesidades, como la de la socialización, por ejemplo.
Desde que son cachorros deben compartir con otros perros, niños, ancianos; poco a poco entenderán que no todo representa un peligro para ellos.
“La experta concluye diciendo que ‘en el momento en que el animal sobrepasa su límite (se vuelve depredador), su comportamiento no cambiará’.”