Así se desarrolla un cachorro en el vientre de su madre

Lilica, una perra mestiza, se volvió famosa gracias a una sesión de fotos que le realizaron cuando estaba preñada de sus cinco cachorros. Foto: Facebook/ Anna Fotografía

Pocas experiencias generan más ternura que sostener a un cachorro en los brazos. Para quienes aman a los animales, los bebés del mundo canino se llevan el premio a los más dulces y simpáticos.
Vamos a saltarnos la parte del romance y empecemos con la primera semana. Durante este tiempo la futura madre experimenta cambios de humor debido a las fluctuaciones hormonales que suceden en su organismo. Habrá días donde esté muy cariñosa y otros donde buscará estar sola, explica el sitio PetMD.
En la segunda semana el óvulo fertilizado viaja en el útero y se implanta en una de sus paredes. Allí permanecerá durante el tiempo que dura el embarazo. Este ambiente le proporcionará los nutrientes y el abrigo necesario para que crezca y se desarrolle saludablemente.
El embrión empieza a desarrollarse alrededor de la tercera semana. El cachorro crece poco a poco todos los días. Mientras tanto, la mamá empieza a experimentar otros cambios: su apetito aumenta y sus glándulas mamarias empiezan a crecer y prepararse para alimentar a sus futuros bebés.
La cuarta semana es clave en el desarrollo. Durante este tiempo se forma la columna vertebral y los rasgos faciales primarios. En esta semana ya se pueden detectar anormalidades en los bebés a través de ultrasonido.
En la quinta semana aparecen los párpados y se forman las patas con dedos separados. En esta semana se finaliza el primer período de formación de los perritos. La dieta de la madre debe cambiar pues en este período los fetos crecen mucho y demandan más nutrientes y energía de las madres.
En la sexta semana la piel adquiere pigmentación y crecen las garras de las patas. Aquí ya se podrá observar un gran crecimiento de la pancita de la futura mamá. Este momento es ideal para empezar a pensar en el lugar donde la perra dará a luz. Se debe acomodar una caja de cartón con cobijas o una cama suficientemente amplia y cómoda para ella y sus cachorros.
Al igual que en los humanos, los bebés caninos no permanecen inmóviles en la barriga de sus mamás perrunas. Muchos se mueven e incluso se pueden sentir patadas. El pelaje que cubre el abdomen de la madre empezará a caerse como preparación para la lactancia.
En la octava semana, los perros ya están en las últimas etapas de su desarrollo. Les crecerá el pelaje y podrán nacer en cualquier momento. Es importante que la madre esté siempre en un espacio tranquilo y que no tenga demasiada actividad física que la lleve a un parto prematuro.
En la novena semana el nacimiento es inminente. La futura madre empezará a acomodarse para el parto y por fin dará a luz a unos hermosos peludos.
Las perras pueden tener entre 2 y 15 crías dependiendo del tamaño. Además pueden tener cachorros de diferentes padres y los bebés tendrán características de uno o de otro. Otro dato curioso es que las perras pueden tener embarazos psicológicos, según un estudio de la Escuela de Veterinaria de la Universidad de Viena.