La Agencia Metropolitana de Control (AMC) inspeccionó un supuesto crematorio clandestino de animales de compañía en la parroquia de San Antonio de Pichincha, en el sector de la Mitad del Mundo. Los inspectores encontraron una chimenea.
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En respuesta a una denuncia ciudadana, la Agencia Metropolitana de Control, en coordinación con la Policía Nacional y la Secretaría de Ambiente, inspeccionó un presunto crematorio clandestino de animales de compañía, ubicado en la parroquia de San Antonio, sector Mitad del Mundo.
A través del sistema del Portal Administrativo Municipal (PAM) verificaron que ese establecimiento carecía de los permisos municipales necesarios para operar.
El equipo realizó una inspección in situ, recopilando evidencia y verificando el cumplimiento de la normativa vigente. Sin embargo, al no encontrar al responsable del lugar, ni la actividad desarrollándose, no pudieron iniciar el procedimiento de sanción.
Los inspectores se comprometieron a realizar una nueva visita.
¿Cuál es la sanción por operar sin los permisos correspondientes?
Desde la Agencia Metropolitana de Control (AMC) dijeron que, según la clasificación de las Actividades Económicas, la actividad de sepultura e incineración de animales está catalogada en el nivel 2; eso significa que se podría aplicar una multa de entre cinco y ocho salarios básicos: 2 300 y 3 680 dólares.
¿Qué requisitos debe cumplir un crematorio de mascotas?
Un crematorio de animales de compañía debe cumplir con estrictos estándares de higiene, seguridad y respeto hacia los animales. Eso, porque su función no solo implica la incineración, sino también la gestión adecuada de los restos.
Es esencial que el espacio esté diseñado para ofrecer un ambiente cómodo y profesional, con equipos modernos que garanticen una cremación eficiente y respetuosa.
Además, el personal debe estar capacitado para tratar con sensibilidad a los dueños de los animalitos, quienes a menudo atraviesan momentos de dolor y tristeza por la pérdida de su compañero.
La transparencia en los procesos y el manejo de los restos, junto con un servicio personalizado, son elementos clave para asegurar la confianza y el bienestar de las familias.
La gestión de un crematorio de animales de compañía también debe contemplar la implementación de prácticas ecológicas. Muchos crematorios ahora se enfocan en utilizar tecnología que reduce la emisión de gases contaminantes. Algunos incluso ofrecen opciones de cremación individual, donde las cenizas de cada animal son devueltas a su dueño de manera exclusiva.
Además, hay centros que amplían sus servicios a la creación de recuerdos especiales, como urnas personalizadas o joyas conmemorativas que permiten a los dueños conservar una parte de su mascota para siempre.