La Tri domina, pero no concreta
Jackson Porozo (2) salta a marcar a un delantero italiano, durante el compromiso jugado ayer, 26 de mayo del 2019, en Polonia. Foto tomada de Fifa.com
Con lágrimas de impotencia y la cabeza gacha. Así salieron los jugadores de la Selección ecuatoriana tras caer 1-0 frente a Italia (gol de Andrea Piamonte), en un juego en el que los pupilos de Jorge Célico dominaron el partido, pero carecieron de contundencia.
Por segundo partido consecutivo, a la Tri le faltó definición y le sobró energía. Cayó en Bydgoczcz con un jugador menos, tras la expulsión de Jackson Porozo y sometiendo a su rival en su propia área.
Los minutos finales estuvieron cargados de emociones. Hasta Claudio Campos, coordinador de la Tri, buscaba la forma de arengar a los jugadores. Se movía de un lado a otro junto a la banca. Incluso trataba de hacer de pasabolas cuando la gente de FIFA demoraba segundos de más.
A cinco metros de él, Célico, el estratega argentino, trataba de levantar a la gente que copó uno de los graderíos del estadio. Alzaba sus manos pidiendo más cánticos, sobre todo cuando el equipo mostró su mejor rendimiento.
“Quedo gratamente satisfecho por el esfuerzo que hicieron los jugadores en la cancha”, dijo el estratega. Pero sus pupilos no lo sintieron así. Ayer, Ecuador jugó mejor que ante Japón. Por eso el golpe de la derrota fue doloroso. Hizo que más de uno derramara lágrimas.
La Tri tuvo el 62% de posesión ante un rival que se dedicó a defenderse y que tampoco supo aprovechar la ventaja de tener, desde el minuto 41, un hombre más tras la expulsión de Porozo.
Italia marcó el tanto al minuto 15 tras una secuencia de errores defensivos. Una mala salida de los centrales y un retroceso lento complicaron al golero Moisés Ramírez, quien poco pudo hacer ante el espigado delantero del Frosinone Calcio.
Ecuador fue combativo. Producto de esto consiguió un penal que tuvo que ser revisado por el VAR. La decisión final, en la que el árbitro jordano Adham Makhadmeh concedió la penal máxima a favor de la Tri, fue celebrada por el banco de suplentes como si fuera gol.
José Cifuentes fue derribado en el área por Enrico Del Paratto que lo sujetó de la camiseta. Una jugada que se repitió en el segundo tiempo y que no fue analizada por el equipo del VAR.
Esta vez, Leonardo Campana fue quien pidió el esférico. En el primer partido del torneo -empate 1-1 ante Japón- Campana quiso cobrar un penal, pero su compañero Jordan Rezabala no quiso darle el esférico. Rezabala falló aquel lanzamiento.
Pero la desventura sigue acompañando al Campeón Sudamericano. Campana lanzó un tiro predecible, bien contenido por el golero italiano. Los hinchas que se agruparon en un sector del graderío del estadio Zawisza trataron de levantar el ánimo del equipo con cánticos como el “Sí se puede” y el “No pasa nada”.
Estos gestos fueron agradecidos por el cuerpo técnico y el personal de la Federación Ecuatoriana de Fútbol. En el segundo tiempo, Ecuador siguió manejando el balón, moviéndolo de lado a lado en el ataque con la intención de lastimar al rival, pero el empate no llegó.
La Tricolor tiene un punto tras dos partidos, pero aún tiene posibilidades de clasificarse a los octavos de final. El miércoles 29 de mayo se enfrentará con México, un combinado que ha perdido sus dos primeros encuentros.
Tras el partido, el equipo salió cabizbajo del estadio. Nadie habló sobre la derrota. Ya no hubo reggaetón como el jueves pasado y solo se quedaron unos minutos más esperando a Richard Mina y a Cifuentes, quienes tardaron en la prueba de doping.
Según el cronograma, Ecuador dejará Bydgoszcz a las 02:00 (hora de Ecuador) hasta Gdansk, donde harán base en los próximos tres días antes del juego frente a los aztecas, en Gdynia.